OPINIÓN 

Luis Poveda, Coordinador Local EUPV-Bétera 

El año dos mil trece está a punto de terminar, caracterizándose entre otras cosas por un aumento de la pobreza en nuestro país, fruto de la crisis económica que estamos viviendo.

La situación de desempleo en la que se encuentran muchas personas, al que se suman otras situaciones de desprotección, como el agotamiento de todo tipo de prestaciones o la perdida de sus viviendas, está provocando que la situación social sea cada vez más insostenible para una gran parte de la sociedad civil.

Debemos resaltar que el empobrecimiento de la población no es  debido exclusivamente a la perdida del empleo, sino también de las políticas de recortes que el Gobierno del PP  ha venido aplicando. Políticas que consisten en precarizar las condiciones de trabajo, recortar derechos a los pensionistas y a las personas dependientes, en seguir aplicando drásticos recortes de los derechos y recursos sociales.

Las políticas de recortes que está aplicando el PP en los lugares que está gobernando, están haciendo que desaparezcan los sistemas de protección social que entre todos hemos  construido durante las últimas décadas.

Se puede destacar los recortes en materia de desempleo que están haciendo que se reduzca la tasa de cobertura de desempleo, así como la cuantía de la prestación, en materia educativa se ha producido un importante aumento del coste de la educación, así como un aumento de los requisitos para poder acceder a las becas, en definitiva se está viviendo un ataque sin precedentes a la educación pública y en relación con la sanidad se ha restringido el acceso a los servicios sanitarios, he introducido el copago para muchos medicamentos. A la vez que se ha restringido el acceso a los servicios sanitarios y se ha privado del derecho a la sanidad pública a las personas inmigrantes en situación irregular.

La lucha contra la pobreza exige una respuesta integral que incluya políticas económicas, fiscales y sociales, que establezcan prioridades, que cubran las necesidades vitales de las personas, así como unos servicios públicos que permita el ejercicio pleno de los derechos sociales.

Cada  vez resulta más necesario establecer mecanismos que permitan a las personas tener  una vida digna. Si aumenta el desempleo y la precariedad del trabajo, el Estado debería garantizar  los recursos materiales necesarios para las personas; es decir, satisfacer las necesidades de las personas a través de la redistribución, y promoviendo la creación de unas condiciones de vida adecuadas.

En definitiva, se trataría de un cambio en las políticas de recortes que el PP está aplicando, ofreciendo una respuesta política a las necesidades  de las personas y ponerlas en el centro de las prioridades. Una política en la que se asuma de forma clara la centralidad de la vida humana y la redistribución de la riqueza como elemento vertebrador de la sociedad, que permita mejorar de manera importante las condiciones de vida de las personas, asegurando el pleno ejercicio de los derechos sociales y la participación de la ciudadanía.

Por lo que,  la salida de la crisis y su final no es cierto, simplemente es mentira, y es evidente que el año 2013 lo terminaremos la inmensa mayoría de la ciudadanía siendo más pobres y con menos derechos.

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