El pasado sábado Bétera vivió un momento único: el Concierto de Campanas ofrecido por la Colla de Campaners de Bétera. Ellos hicieron posible que las seis campanas de la Parroquia de la Purísima se convirtiesen en las protagonistas de la tarde para sorpresa de muchos ciudadanos que se asomaban por las ventanas y balcones para escuchar el espectáculo.
El frío no impidió que muchos ciudadanos se acercasen hasta los alrededores de la iglesia donde además de escuchar el volteo pudieron aprender gracias a las explicaciones ofrecidas e intentar divisar como la Colla de Campaners hacía sonar las pesadas campanas de manera manual, como se hacía antaño.
La Colla de Campaners quiso presentar a cada una de las campanas, de este modo, pudimos escuchar el sonido del Campanil del Siglo XIX (4 kg), la Campana de Santa Maria de 1513 (86 Kg), la Campana Santíssim del año 1998 (90 Kg), la Campana Crist Rei del año 1953 (224 Kg), la Campana San José del año 1940 (308 kg) y la Campana del Crist de la Protecció del año 12998 y 725 Kg.
Las campanas fueron durante siglos verdaderos medios de comunicación para los ciudadanos de la localidad, a través del diferenciado toque de las campanas los vecinos podían ponerse alerta o reaccionar ante un incendio o un desastre natural. Estos y muchos otros toques dedicados a la oración, a la celebración de una misa festiva o a un toque de tempestad ante las inclemencias del tiempo, es lo que el público pudo escuchar en la primera parte del cocierto.
La segunda parte estuvo dedicada a los diferentes toques a muerte. El toque a muerte de Rey anunciaba el fallecimiento de la principal representación de la corono española; el toque a muerte de Albat, anunciaba la muerte de un niños que todavía no había tomado la primera comunión; y el toque a Muerte de hombre solemne.
Durante la última parte pudimos escuchar el toque de Rogativa por Dolores de Bétera, los toques de llamada a la confesión, un fragmento del repique del Día 15 de Agosto en Bétera y el volteo general de todas las campanas participantes más conocido como “Albà”.