José Vicente Navarro, Gerente Seguros Ges (Bétera)
Cómo vimos en el anterior artículo, las pensiones están estancadas mientras el nivel de la vida sube con lo cual el poder adquisitivo de un pensionista se resiente. ¿Qué podemos hacer ante tal vicisitud?. Lo ideal sería tener varios apoyos para cuando llegué ese momento en el que nuestros ingresos se reducirán a una pensión poder pasar al menos esos años de la manera más cómoda posible.
Algunos compran un inmueble con la idea de alquilarlo o venderlo cuando se jubile para con ese dinero poder vivir sin sobresaltos, pero esto tiene sus riesgos pues hemos visto una pérdida de valor patrimonial importante en los últimos años y el impago de los alquileres es un riesgo latente que cuando esto ocurre se convierte en un verdadero dolor de cabeza y agujero económico, pues acaba constando dinero la mayoría de las veces.
También hay quién se ha ido creando a lo largo de su vida una cartera de valores con la idea de tener unos ingresos extra a costa de dividendos o vendiendo esas acciones, pero con los escándalos que han ocurrido en grandes marcas de diferentes sectores, esto también se ha convertido en un riesgo.
Hay muchos autónomos que deciden subirse la base de cotización al máximo para tener una pensión mayor, pero hoy en día eso tampoco te garantiza nada. Yo mismo soy autónomo desde hace 16 años y siempre había oído que los autónomos se pagaban el mínimo hasta que cumplían los 50 años y entonces se subían la base de cotización al máximo. Entonces ya era un error, y ahora aún lo es más.
Como veíamos en el artículo anterior la prima que paga un autónomo sirve para financiar todo tipo de pagos de la seguridad social, pensiones, bajas, etc. con lo cual solo una parte del dinero que pagas va a parar a tu jubilación, pero se hacía un esfuerzo los últimos 15 años para tener una pensión más alta. Con la última reforma de las pensiones ya no nos sacan la medía de los últimos 15 años cotizados, sino de los últimos 25, con lo que el retorno de lo pagado aún es peor, pero es que además si no tienes al menos cotizados 37 años no tienes derecho al 100% de la pensión que te sale de esa media, y eso si no lo cambian y lo endurecen más.
Al final nos hemos encontrado todos abocados a contratar un producto de ahorro que es lo único que nos puede decir con seguridad el complemento a la pensión que podemos cobrar y según lo aportado y cómo podemos planificar sin sobresaltos ese, complemento a la pensión.
Hoy en día hay diferentes productos Planes de Pensiones (PP), Planes de Previsión Asegurados (PPA), Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS), Planes de Ahorro…
Según nuestro perfil un producto puede ser más interesante que otro o incluso nos puede ser más interesante compaginar varios productos, cada uno tiene unas características y según el perfil del ahorrador habrá que adoptar la fórmula que más nos beneficie.
Los Planes de Pensiones y los PPA, no tienen liquidez, esto quiere decir que no se puede disponer del dinero hasta que te jubiles, si padeces una enfermedad grave ó si te encuentras en situación económica grave. Por otro lado estos dos productos sirven para desgravar y algunos perfiles lo usan cómo herramienta fiscal para tener más deducciones de cara al pago del IRPF. La diferencia entre ambos es que el Plan de Pensiones no tiene el capital garantizado y pueden haber pérdidas si como suelen hacer los bancos los convierten en inversiones agresivas de riesgo y los PPA te garantizan el capital aportado más un interés garantizado.
En cambio, los PIAS y los planes de ahorro tienen liquidez, es decir, se puede disponer del dinero ahorrado, pero actualmente no tienen ningún tipo de desgravación.
De una manera o de otra al final lo que debemos hacer es asegurarnos de que una vez tengamos tiempo para disfrutar, los problemas económicos no nos lo impidan.
Creo que este tipo de artículos son muy ilustrativos, aunque creo que debería detenerse más en explicar los productos.