15.000 jóvenes procedentes de diversos países europeos llegaron ayer a Valencia para participar en el encuentro convocado por la comunidad ecuménica de Taizé hasta el 1 de enero. De ellos 135 se encuentran estos días en Bétera acogidos en casas de familias de la localidad que, de manera voluntaria, han querido facilitarles un lugar donde pasar la noche.
Llegaron ayer de manera escalonada y poco a poco se han ido acomodando en sus hogares correspondientes y a primera hora de esta mañana ya los hemos podido ver a todos reunidos en la Iglesia de la Purísima de Bétera donde han celebrado la oración y han subido al campanario para ver el pueblo desde las alturas.
“Nuestro plan para los próximos días es hacer oraciones por la mañana, después participan en grupos de discusión donde se plantea un tema social, religioso, ético o espiritual y cada uno aporta su visión. La mañana continua con la realización de talleres en los que conocen la cultura, historia y tradición de Bétera, y ya después viajan en metro hasta Valencia. En la ciudad tienen preparadas muchas más actividades y oraciones durante todo el día”, explica María Folgado, una de las voluntarias de Bétera.
15 jóvenes de Bétera organizan este gran evento en la localidad que ha contado con la participación de muchas familias de acogida, “queremos agradecer a la gente que ha abierto las puertas de sus casas a desconocidos que hablan otro idioma y es algo muy increíble, bonito y gratificante”, afirma María.
Los jóvenes europeos afirman que “la gente de Bétera es muy amable, que los vecinos y vecinas les están cuidando muy bien y sobre todo que están comiendo mucho y muy bien”.
Los asistentes a este encuentro religioso, llegados desde Alemania, Ucrania, Polonia, Lituania o Italia, pasarán la Nochevieja en Bétera y para ellos se ha organizado una especie de festival de las naciones donde se espera que colaboren todos realizando algo representativo de su país, “esperamos que colaboren pero ya nos han dicho que suelen hacer bailes, juegos o actuaciones y que es muy divertido. Es muy interesante conocer otras culturas sin salir de Bétera”.
“Estos encuentros se caracterizan por su espiritualidad y meditación, tienen un estilo muy tranquilo perfecto para pensar o reflexionar. Te mueves en un ambiente muy diferente, estás muy bien tratado y llegas a preguntarte cómo puedo estar tan a gusto en un sitio que no es mi hogar. Al final llegas a entender que cualquier lugar puede ser tu sitio, y cualquier país puede ser el tuyo si hay gente que está dispuesta a acogerte”, explica María Folgado.
