EFE. La manada de bisontes de la Reserva de Valdeserrillas (Benagéber) se encuentra enferma ante una posible sospecha de envenenamiento del agua y el ejemplar más grande, que había desaparecido junto a otros tres bisontes más, ha sido hallado decapitado.
Según ha relatado Rodolfo Navarro, fotógrafo y miembro del equipo de Valdeserrillas, “el pasado miércoles los cuidadores encontraron que la manada no tenía una respuesta típica ya que, pese a ser animales salvajes, son dóciles y están acostumbrados al trato con humanos dentro de la reserva, y algunos ejemplares faltaron en el recuento”.
El viernes, el gerente y director técnico de la Reserva, Carlos Álamo, halló al líder de la manada decapitado tras llevar desaparecido dos días junto a otros tres ejemplares que “ahora mismo podrían estar en cualquier parte de las 365 hectáreas que componen la reserva”, ha detallado Navarro.
El Seprona baraja la hipótesis de que el agua de los bebederos que abastecía a los animales podría haber sido envenenada, ya que el contenido estomacal de los bisontes apunta a una intoxicación. Las muestras de agua para determinar la causa de la muerte se recogieron el sábado y fuentes de la Guardia Civil han comentado que “aún están en investigación y no sabrán nada hasta dentro de un par de días”.
La Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente enviará mañana a la Reserva a un grupo de veterinarios para la recogida de muestras que permitan encontrar indicios de las causas de la muerte y enfermedad y para realizar una necropsia a los animales, han señalado fuentes del departamento.
La reserva acoge cuatro ejemplares en un proyecto de reintroducción de esta especie que llegaron desde Holanda el año pasado gracias a los esfuerzos de varios colectivos: “tardamos dos años en lograr que vinieran a Valencia”, ha declarado Rodolfo Navarro. Desde Valdeserrillas se lleva a cabo una investigación a nivel europea de una de las pocas manadas de Bisonte europeo que quedan en todo el mundo y la única que coexiste en la vertiente mediterránea.
Con este proyecto se recogen datos sobre su comportamiento tanto individual como en manada, la selección de alimento, refugio o las preferencias de ciertos recursos con los que interactúan con el fin de ayudar a optimizar los esfuerzos de los equipos nacionales e internacionales para preservar los escasos individuos que quedan en el planeta.