Como todos los años nuestro periódico ha citado a las cuatro Obreras de Bétera unos días antes de que comiencen las Fiestas de Bétera 2019 para conocerlas mejor, conocer sus inquietudes y lo que significa para ellas representar a la mujer beterana.
No es fácil que las cuatro a la vez encuentren un hueco, pero betera.com ha conseguido reunirlas para hablar con ellas largo y tendido.
Mireia y Pau ya han terminado las obligaciones con sus respectivas carreras universitarias. Ambas coinciden en que ha sido un año complicado en el que se han tenido que organizar muy bien para poder llevar a cabo los estudios y el obreraje. La vida social la han tenido que dejar un poco de lado para llegar a todo, pero los meses han ido pasando y ahora ya solo queda disfrutar de las fiestas.
Mª Carmen y Davinia son un manojo de nervios. Sus sentimientos están a flor de piel. Estos días terminan ya de trabajar para ponerse al 100% con el obreraje. Ha sido un año complicado, ellas han tenido que compaginar trabajo, familia y obreraje, pero ambas coinciden en que ha valido la pena.
Durante las entrevistas personales, que nuestros lectores podrán leer en betera.com los próximos días, a casi todas se les escapan las lágrimas al oír las palabras de sus compañeras o al hablar ellas mismas de sus familias y amigos, pilares imprescindibles de su obreraje.
Entre ellas hay una complicidad total. Se adoran y eso se nota. No se conocían de nada y ahora se entienden con solo mirarse. Las cuatro han logrado encajar a la perfección y confiesan que las parejas Obrera casada – Obrera soltera no han podido resultar mejor. Mª Carmen y Mireia por un lado, y Davinia y Pau por el otro, “tuvimos la suerte de caer con la pareja perfecta para cada una de nosotras”, confiesan.
En sus calles ya se huele la fiesta. La decoración ha comenzado y ya podemos ver los primeros “gallardets” o “molinets” y los primeros colores en el suelo. Sus familiares, amigos y vecinos se han volcado con ellas, “muchas veces la gente que menos te lo esperas es que más te da”.
Estos días son un ir y venir a los modistas y modistos que les están cosiendo los trajes, 8 largos y dos cortos. El vestuario es una parte importante de la fiesta, aunque las dos obreras casadas afirman que los vestidos son secundarios, algo material y lo que importante es a experiencia que les quedará dentro para toda la vida.
Para terminar este avance os diremos que en el taller de Les Palmeres Pau y Mireia ya han vivido sus últimas pruebas y ha habido muchas lágrimas de emoción, y de nervios. El día 15 se acerca.