El Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) ha redactado un decálogo de medidas para contribuir a resolver la congestión hospitalaria a causa de la COVID-19. Entre las medidas han destacado el aumento de contrataciones a través de ofertas públicas o la utilización de enfermeros jubilados para realizar labores de ayudas durante los procesos de vacunación masiva.

El CECOVA ha enviado estas medidas a la consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló, con la intención de proponer ideas que alivien la “dramática situación” de los hospitales de la Comunidad Valenciana, según ha asegurado su presidente, Juan José Tirado, quien ha explicado que se trata de una batería de propuestas para fortalecer un sistema sanitario “maltrecho por la pandemia de la COVID-19”, además de apostar por mejorar el servicio a la sociedad “mediante la experiencia y la formación en cuidados” hospitalarios.

El presidente de la organización profesional de enfermería ha comentado que sería positivo agilizar los procesos burocráticos que “frenan la dotación de las plantillas con los recursos humanos necesarios”, y ha puesto como ejemplo la necesidad de contratar más Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería como personal de refuerzo en los servicios más saturados para colaborar en tareas de cuidados.

Otra de las propuestas es el pago de horas extras a profesionales contratados y al personal que trabaje en clínicas privadas o no ejercientes y quieran colaborar. Estas contrataciones, según indican, podrían gestionarse a través de una bolsa de trabajo en la que realizarían su inscripción, además de tener en cuenta a los alumnos de las facultades y Escuelas de Enfermería de cuarto curso para realizar tareas “supervisadas por enfermeras de los distintos servicios” y así “aliviar la presión asistencial y la baja ratio de profesionales”.

En relación a los estudiantes, el CECOVA también apuesta por la colaboración de estudiantes en residencias para ayudar en determinadas labores a causa del alto índice de inmunidad de los residentes tras su vacunación, mientras que los estudiantes de cuarto de grado se podrían destinar a reforzar tareas clínicas como “la supervisión tras la vacunación”, prácticas que se llevarían a cabo conforme a los convenios vigentes con las distintas universidades valencianas.

Además, otro precepto del decálogo es la necesidad de “redistribuir” al personal enfermero contratado, que actualmente está ubicado en salas que no requieren experiencia en manejo de monitorización, y la optimización del sistema sanitario a través del uso de los rastreadores para realizar labores administrativas “especialmente, en las tareas de vacunación”.

En relación a la vacunación, el CECOVA propone incorporar a “profesionales voluntarios jubilados” de manera altruista”, y para ello ha facilitado un listado de unas 400 enfermeras jubiladas de hasta 70 años.

Tirado ha comentado que el decálogo ha sido compartido para “mejorar la gestión sanitaria”, y ha lamentado que la ratio enfermera por 100.000 habitantes, que en Europa es de 852 profesionales, apenas llegue a 520 en Comunitat Valenciana.