Los bous al carrer son legales, a eso se agarran los portavoces de las peñas taurinas, sus defensores y sus patrocinadores cada vez que son cuestionados, están dentro del marco de la ley, lo oirás de sus bocas una y otra vez.

Por si fuera poco, dichas peñas son fuertemente subvencionadas con miles de euros por las administración locales, entre ellas, la nuestra, la de Bétera, ¿Miles de euros que proceden de…? lo adivinaste: nuestros impuestos. “Con mis impuestos no se financia la tortura”.

Teniendo en cuenta que la educación implica enseñar, desde la infancia, a observar, comprender, respetar y amar a los animales.

¿No hay forma de erradicar la tortura a los toros en nuestro pueblo?: Sí, la hay y es muy sencilla, solo hace falta que el equipo de gobierno del ayuntamiento, -recordar que lo forman: PP, Más Camarena / Torre en Conill y Ciudadanos-, no autorice este tipo de actos crueles en suelo público, tienen potestad para ello, otra cuestión es que lo permitan por el compromiso personal del concejal de fiestas, -del PP-, con sus amigos de la peña taurina, por intereses políticos, -votos-, o porque les gusta torturar animales, pero poder, pueden.

Lo de las dos urbanizaciones, es digno de mencionar, han venido para conseguir unos “privilegios” para sus urbanizaciones, ya los han conseguido a cambio de otorgar el bastón de mando al PP, forman parte del gobierno local, no sabemos si son o no partidarios de esa “aberración cultural”, -bous al carrer-, es curiosa la situación, el primer teniente de alcalde es de Más Camarena, que según manifestó públicamente al principio de la legislatura, “pactaron con el PP, lo que les interesaba a cambio de no inmiscuirse en lo que se haga en el núcleo urbano”, no les importa, aunque también es verdad que a la alcaldesa tampoco le debe importa mucho, ella tiene otras aspiraciones, solo hay que ver como está el pueblo y demás urbanizaciones, la imagen que enviamos al exterior es deprimente, sobre todo viendo los “gustos crueles” de la alcaldesa, pero qué ética se puede esperar del tripartito…, uno, -el PP-, que causó la muerte de 7.291 ancianos/as con el “Protocolo de la vergüenza”, el otro, -Mas Camarena / Torre en Conill-, “coge el dinero y mira para otro lado”, y por ultimo, -Cs-, los “tontos útiles”.

Pero volvamos al tema que nos ocupa y preocupa, https://www.facebook.com/100091906008816/videos/1362935997616352/

La barbarie en la que nos ha sumergido el gobierno local, autorizando la celebración de estas manifestaciones salvajes a las que denominan “tradiciones culturales”, evidencia el nivel de crueldad de sus defensores y patrocinadores. Las personas respetuosas con “todos los animales” no necesitamos estas “brutales tradiciones” para divertirnos, “asusta pensar en lo que los animales tienen que padecer”.

La “cultura” del actual equipo de gobierno, es una cultura de “violencia silenciosa”; apoyan y subvencionan con dinero público una “aberración cultural” que disfraza las sistemáticas torturas a las que someten a los animales, en este caso a los toros, que se convierten en objetos de satisfacción de sus inhumanos defensores, que no sienten ningún atisbo de empatía hacia el sufrimiento del astado. Los mugidos de los animales son extinguidos por
los gritos de euforia de los asistentes y si por desgracia ocurre algún percance, entonces la excitación les lleva al cenit.

Os pondré en una situación para reflexionar: Estás sentado en el sofá, tu perro o tu gato se acerca a ti, te mira y tú le devuelves la mirada. Observas sus ojos, su mirada te cautiva, sabes que tras ella hay alguien que te quiere y a quien quieres. No podrías soportar ver sufrir a tu perro o a tu gato. Pero, ¿sabes qué?, hay quienes solo verían en ellos objetos de diversión o utilización, los abandonarían, torturarían o matarían cuando no les fueran
útiles o para divertirse.

Seguro que la sola idea te repugna y te indigna. ¿Cómo podría alguien matar, torturar o abandonar a un perro o a un gato? ¿Es que no ven sus miradas?, ¿no saben que tras ellas hay alguien a quien querer y que nos quiere?

Hasta aquí todo normal, lo tenemos claro: nuestros perros y gatos forman parte de nuestra familia, les queremos y los protegemos, no son alimañas o mercancía, son nuestros amigos.

Pero algo no encaja en nuestra manera de ver a unos y otros animales. Muy dentro de nosotros, en algún lugar entre nuestro cerebro y nuestro corazón, está el interruptor de la empatía, de la compasión y del respeto hacia los animales, que no son normalmente de compañía, pero permanece oculto. Las luces de la publicidad interesada, -tanto política como mercantil-, mantienen distraída nuestra capacidad de ponernos en su lugar.

El respeto a los animales, -a todos-, es cuestión de justicia, de humanidad y nos hace mejores animales humanos. La abolición de su maltrato, tortura y muerte sigue siendo una asignatura pendiente para algunos partidos políticos, a los que solo les interesan los votos.

Finalmente, volvemos a la pregunta que una y otra vez queda sin contestar: ¿por qué parte de la sociedad acepta la tortura de animales en las fiestas populares?,¿qué diferencia a estos inteligentes y sensibles animales de nuestros perros y gatos? “Y de repente el toro me miró. Con la inocencia de todos los animales reflejada en sus ojos, pero también con una súplica frente a la innecesaria crueldad”. Antonio Gala.

Ángel Rivero Rivas. Ciudadano, por ahora, de Bétera.
*Este artículo de opinión está escrito, enviado y firmado por Ángel Rivero Rivas. Betera.com ha transcrito dicho artículo y quiere recalcar que es un escrito de opinión y que forma parte de la visión y perspectiva particular de un vecino que ha decidido plasmar su opinión en un artículo para que fuese publicado en nuestro diario y es una nota con tintes subjetivos. Por tanto, Betera.com no se hace responsable de las palabras escritas en él. No obstante, estamos abiertos a réplicas y aclaraciones de terceros que se vean o sientan implicados.
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