De verdad no os acordáis?, pues vamos ejercitar la frágil memoria:
El gobierno del PP, de Mariano Rajoy (2011 a 2016)
El PP incumplió sus promesas de no subir impuestos, no recortar las pensiones, no recortar los servicios públicos, como la sanidad o la educación. También se saltó las referencias a la transparencia de los cargos públicos y al respeto a las instituciones
judiciales, recuerden el bloque de PP, a la renovación del Consejo General del Poder Judicial.
Los recortes presupuestarios del gobierno popular significaron un “desmantelamiento del estado social de bienestar”. Los recortes no solo afectaron al ámbito económico,
sino también a los derechos de los ciudadanos: se reformó la educación, se privatizaron hospitales, se intentó endurecer la ley del aborto, se recortaron derechos laborales, con una reforma laboral que perjudicó enormemente a la clase trabajadora..
En abril de 2012, las partidas de sanidad y educación sufrieron un recorte de 10.000 millones de euros. En en 2014, se recortaron un 35,6% en Sanidad y en Educación se recortó un 24% en tres años. A los recortes hay que sumar la privatización que protagonizan los barones en las Comunidades Autónomas. -frente a la defensa de la sanidad pública, universal y gratuita que prometieron en campaña- o la subida de las tasas universitarias.
La ministra de Sanidad impuso el copago para el transporte sanitario, para medicamentos de patologías crónicas habituales, como hepatitis C o leucemia, o las prestaciones ortoprotésicas. La teleasistencia a personas dependientes dejó de ser gratuita. El Gobierno dejó sin tarjeta sanitaria a 873.000 personas, que tenían que pagar hasta 157 euros mensuales por acceder a la cartera básica.
Las medidas de austeridad llevaron al empobrecimiento de la población, al aumento de la desigualdad social y a una situación de verdadera emergencia:
Subió el IVA del 18 al 21%.
Aplicó un impuesto a la energía solar.
Aplicó un impuesto a la lotería del 20%.
Congeló las pensiones, solo subía un 0,25%.
Congeló las pensiones de viudedad.
El salario mínimo estaba en 740 €. Ahora está en 1.050€.
Le quitó pagas a los funcionarios.
Recortó el subsidio de desempleo un 25%
Vació la hucha de las pensiones, en gastos no acorde con el fin de la hucha, que paso de 67.000 millones a 8.000 con M. Rajoy.
Rescato a los bancos con más de 60.000 millones de euros, que los españolitos no íbamos a pagar nada, -según su ministro de economía el sr. De Guindos o su vicepresidenta la sra. Soraya Sainz de Santamaria-, pero que lo estamos pagando.
Mariano Rajoy se convirtió en el primer jefe del gobierno de España que fue apartado del cargo por el Congreso, como consecuencia de una moción de censura, -ha caído víctima de los casos de corrupción en los que se ha visto implicado su partido, el Partido Popular (PP)-. Una de las muchas tramas de saqueo de lo publico y de financiación ilegal conocida como el caso “Gürtel”
terminó por estallarle en la cara a M. Rajoy, a día de hoy aun hay casos pendientes de ser juzgados, recordar que la Justicia está en manos de magistrados afines al partido corrupto, cinco años sin renovar los cargos del CGPJ.
El Tribunal Supremo ratificó en una sentencia firme, la corrupción sistémica como fuente de financiación irregular del PP durante, al menos, 18 años.
Pero recordemos algunos hechos más que definen al Partido Popular:
Rajoy en 2002: “Del Prestige salen unos pequeños hilitos con aspecto de plastilina”. La mayor y peor gestionada, catástrofe medioambiental.
El 26 mayo del 2003 quedó para la historia como la fecha de la mayor tragedia de las Fuerzas Armadas españolas en tiempos de paz: un vetusto avión Yakovlev 42, fletado a través de una cadena de subcontratas por el Ministerio de Defensa
de Federico Trillo, se estrelló en Trebisonda, en la costa norte turca. De las 75 personas muertas en el siniestro, 62 eran militares españoles que provenían de Kabul. No se llegaron a identificar todos los restos, hubo féretros con restos de diferentes fallecidos.
Honor y gloria a nuestros compañeros fallecidos, indignidad y desprecio para los integrantes del gobierno del entonces presidente José María Aznar (PP), en especial a su ministro de defensa Federico Trillo-Figueroa y Martínez-Conde y a los altos mandos del ejercito que permitieron esos actos ignominiosos.
Y para mayor humillación a los familiares de los fallecidos, el día 22 de Junio de 2023, su Majestad el Rey realizo la entrega de la medalla del Congreso al exministro de Defensa Federico Trillo-Figueroa y Martínez-Conde, así como al resto de los expresidentes del Congreso presentes.
Y recordar los 7291 fallecidos en una lenta agonía en las Residencias de la Comunidad de Madrid, gobernada por el Partido Popular a través de su presidenta la Sra. Ayuso y su protocolo de la vergüenza.
El PP y su versión extrema VOX, -hombres y mujeres, recién salidos de las cuevas prehistóricas-, carecen de un programa que ofrecer a la clase trabajadora, por esa razón utilizan las campañas electorales para expandir arengas emocionales, patrióticas o
racistas; como -ETA-, -los independentistas catalanes y vascos-, una -grande e indivisible patria-, -los emigrantes nos quitan el trabajo-, ese es el argumentario para hacer olvidar a la ciudadanía lo que verdaderamente hacen cuando gobiernan:Privatizar o recortar los servicios públicos, favorecer a las empresas privadas con fondos públicos en detrimento de los sistemas sanitarios, educativos, asistencia social, pensiones, sueldos de funcionarios, salario mínimo, ayuda a la dependencia, memoria
democrática, feminismo, igualdad…etc y de paso pagar su sede con “dinero negro” o “recoger sobres”. Los principios éticos y morales que debe regir la convivencia de los pueblos se la trae al fresco a Feijóo y sus mariachis. Si podemos sentarnos en la
poltrona, allá se vayan pal carajo los derechos de las mujeres, de los homosexuales, o de los extranjeros.
Y tienen la desvergüenza de afirmar que cuando gobierna el PP, “España va mucho mejor”, claro va mucho mejor para ellos y a los que representan. Son unos embaucadores que siempre confían en la poca memoria de sus víctimas o dan por
hecho que los pueden hechizar con el ondear de una bandera.
El PP y Vox son vestigios del aparato de Estado franquista, intrínsecamente corrupto, constituidos en partidos políticos para ejercer su papel en el juego condicionado de esta democracia “sui géneris”. Están ahí para servir al Ibex35, a la Iglesia, al rancio
facherio franquista y a la cloaca judicial, aunque por otra parte fue lo planificado y firmado.
“Podemos perder, –hemos perdido muchas veces–, pero las palabras, las acciones, los gestos, que nutren y construyen nuestra utopía, nos anima a seguir luchando por los verdaderos valores del país al que aspiramos”.