La catedral de Notre Dame de París sufrió este pasado lunes por la tarde un devastador incendio. Este incendio devastó la cubierta del templo y provocó la caída de la aguja central, sumiendo en Francia en un estado próximo a la conmoción.
Esta catedral es un auténtico icono de París y uno de los máximos exponentes del arte gótico. En este suceso han intervenido unos 500 bomberos, los cuales evitaron que se redujera a cenizas esta obra de hace ocho siglos. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha prometido reconstruir este monumento, contando con la colaboración para poder llevar adelante este trabajo, segundos declaró ayer a los medios de comunicación. De hecho, aunque sería una reconstrucción de años y altamente costosa a escala económica, ya se han empezado a recibir las ayudas nacionales e internacionales. Además, los ciudadanos se acercaban hacia el lugar con cánticos y tristeza. Así mismo, el Ministro de Cultura, José Guirao, también ha hecho unas declaraciones esta mañana en las que ha manifestado que se meterán a disposición del que necesito el gobierno francés.
De momento se investiga los orígenes de este incendio a pesar de que, en un primer momento, las primeras investigaciones indican que se puede deber a una causa accidental. Por otro lado, aunque todo apunta al que el suceso está relacionado con las obras de restauración que se estaban llevando a cabo, según las fuentes de la investigación, cuando se produjo el incendio parece que no había ningún operario trabajando ya.
Este martes, se reunirá una comisión para valorar y evaluar todos los daños y las pérdidas sufridas. Según los bomberos las torres y la estructura principal se ha conseguido conservar inicialmente, hecho importante para ejecutar las obras de reconstrucción. Sin embargo, todavía se desconoce el grado en que las llamas han afectado a todo el monumento en conjunto. Parece que gran parte de los tesoros y obras de artes que se encontraban ubicadas a la catedral se consiguieron retirar antes de que fueron devoradas por las llamas, pero las famosas cristaleras y la mayoría de los rosetones no se han podido salvar de estas, entre otro patrimonio valioso. Finalmente, su majestuoso órgano de la catedral tampoco se ha quemado. Por fortuna, sus emblemáticas campanas, las cuales tocaron por la liberación francesa también siguen en pie.
A estas alturas, los bomberos consideran controlado el incendio pero continúan trabajando en el lugar de los hechos porque las llamas no reviven en ningún foco.