(EFE) La Guardia Civil detuvo este martes a un hombre de 36 años que conducía un vehículo de alta gama que se dio a la fuga en un punto de verificación de personas y vehículos en la Vall d’Uixò y protagonizó una persecución “temeraria” durante 30 kilómetros hasta que sufrió una avería mecánica en Vila-real. Seguidamente, emprendió una huida a pie antes de ser localizado.

Al detenido se le acusa de los delitos de desobediencia y resistencia, atentado agente de la autoridad y contra la seguridad del tráfico (conducción temeraria), según fuentes de la Guardia Civil.

Todo se inició cuando los agentes de la Guardia Civil de la Vall d’Uixò establecieron un punto de verificación de personas y vehículos en una rotonda de la carretera CV-2260, y uno de los guardias civiles seleccionó a un vehículo de alta gama para que se detuviera.

El conductor, que viajaba solo en el turismo, no hizo caso de las señalas de agente y aceleró “al máximo” para darse a la fuga, por lo que se inició un seguimiento por parte de los agentes que hicieron uso de señales acústicas y luminosas para que detuviera la marcha.

Sin embargo el conductor hizo caso omiso de las mismas y condujo de manera negligente y temeraria con movimientos bruscos y en zigzag para evitar ser adelantado, frenaba de manera brusca para hacer que el vehículo policial colisionase y obligando a otros usuarios de las vías de circulación a “modificar gravemente su velocidad y trayectoria” para esquivarlo.
Los agentes continuaron el seguimiento a distancia y al llegar al término municipal de Vila-real el vehículo huido abandonó la N-340 y se dirigió a un camino, donde sufrió una vería mecánica que provocó una gran humareda.

El hombre abandonó el coche sobre una acequia y se dio a la fuga a pie, aunque una patrulla inició la búsqueda por la zona y localizaron al conductor, que ofreció resistencia a la detención. Las diligencias instruidas fueron entregadas en el Juzgado de guardia de Vila-real.

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