A unas semanas de las elecciones municipales del próximo 26 de mayo, el ambiente está bastando caldeado. Hay que recordar que, el pasado 28 de abril, durante las elecciones autonómicas y municipales la Secretaria Municipal ordenaba la retirada de una bandera de España a la Escoleta Municipal Josefa Guardiola. La bandera no formaba parte del edificio municipal sino que había sido colocada la noche anterior. Desde las redes oficiales del Ayuntamiento de Bétera se indicaba (a las 15.38 horas) que, tal como estipula la ley, la Secretaria Municipal ordenaba a los operarios municipales su retirada. Por su parte, el Partido Popular del municipio comunicaba unos 40 minutos antes (a las 14.57 horas) su malestar por esta acción a su Facebook. En este sentido, quisieron “*expresar su descontento con la decisión arbitraría de retirar la Enseña Nacional en contra de la decisión soberana de los dos presidentes de mesa en el colegio Josefa Guardiola, por parte del Ayuntamiento”. Así, pedían respondidas a las preguntas del motivo de esta retirada, quién lo ordenaba y quien había presionado porque fuera retirada, según ellos, después de la solicitud verbal del PSOE, Compromís y Podemos.
Pero esta no ha sido la única discrepancia que encontramos estos días en las redes sociales y que han traspasado las fronteras de estas. Han sido diversas y sonadas las confrontaciones. De hecho, sin extenderse demasiado, hay que mencionar la última de ellas. Esta ha llegado incluso a algunos medios nacionales. Y es que está claro que no todas las personas tenemos las mismas ideas y nunca llueve a gusto de todas. Pero aquello que puede quedarse en un solo intercambio de impresiones puede llegar a extralimitarse cuando una o dos partes de las implicadas se pueden sentir ofendidas porque las palabras empleadas por estos rompen cualquier tipo de cordialidad y los insultos son la tónica principal de la conversación.
También queda claro que, como todos no opinamos igual, cualquier discusión de este tipo puede crear adeptos por un lado y de un otra, consiguiendo defensores de ambas impresiones.
Todo va empezar el pasado 29 de abril, cuando una vecina de Bétera compartía una publicación de una *fanpage de bromas irónicas donde se pedía un minuto de silencio por Cayetana Álvarez de Toledo para ser la única representante del PP al Parlamento catalán. En esta publicación, una candidata de *Vox (quién parece que no es amiga de la persona que comparte la citada publicación por el que se puede *deduïr de los comentarios posteriores) comentaba este post defendiendo a *Cayetana Álvarez. Este comentario desembocaba en varias respuestas, las cuales discrepaban de esta candidata. Dentro de estas respuestas, otra vecina de Bétera también se dirigía hacia la candidata de *Vox discrepando de su comentario.
Hasta aquí, todo entraba más o menos dentro de una discusión normal de Facebook o cada cual defiende su postura y pretende tener más razón que el otro. Pero la cosa fue subiendo de tono cuando la última vecina mencionada le lanza a la *propietaria de este perfil de Facebook la pregunta de “*Qué *hace esta en *tú muro” y cuelga una imagen de un león con un texto en broma por haberle dado a su propio me saborea la candidata de *Vox. A partir de aquí, esta candidata dice que no va a continuar en esta “absurda conversación” pero también mete en entredicho la educación de la otra vecina por haberse dirigido a ella como “esta”. Desde este momento, ambas empiezan a intercambiarse una serie de burlas e ironías. Pero el punto de inflexión llega cuánto la última vecina mencionada le dice a a la candidata de *Vox lo siguiente: “Neurosis de *transferencia *y síndrome de *proyección se *le llama a *lo *tuyo, el *diagnóstico *ya *lo *tienes, *ahora busca *tratamiento
De nata A *lo de ser *mujer, cono un *niño *negro *y *otro *discapacitado *y votar a *VOX *aún no *le *hemos *encontrado *diagnóstico, *lo *sentimos, *seguiremos *trabajando en *ello. *Saludos *cordiales *desde lo *otro *lado de la *razón. *Suerte!”.
Este comentario desata el malestar de la candidata quién le contesta con una serie de insultos, mostrándole su malestar.
Los insultos desencadenan en otros insultos más subidos de tono, hasta que el hombre de la candidata interviene con una batería de ofensas y *amenaçes, casi innumerables. Después de estas ofensas, donde la conversación ha *rebassat cualquier tipo de límite, la vecina insultada opta para denunciar estos insultos a la Guardia Civil, para considerarlos muy graves.
Unos días después, esta conversación fue publicada a varios medios de comunicación. Dependiendo el medio de comunicación, podemos ver la noticia más enfocada hacia una banda o hacia otra. Y es que cuando el protagonista principal de una conversación es el insulto y la ofensa, aquello que se podría haber quedado en una simple *discusió anecdótica a las redes, traspasa las fronteras de cualquier red social y la educación.
Estos insultos desencadenan en otros insultos más subidos de tono, hasta que el hombre de la candidata interviene con una batería de ofensas y *amenaçes, casi *inombrables. Después de estas ofensas, donde la conversación ha *rebassat cualquier tipo de límite, la vecina insultada opta para denunciar estos insultos a la Guardia Civil, para considerarlos muy graves.