A pesar de que nació en Oxford (Inglaterra), Madeleine Gravette es de corazón español y valenciano. Y es que pasó su infancia en Cullera, donde conoció al padre de sus hijos y dónde aprendería a hablar perfectamente el español y el valenciano. En Bétera vino hace 30 años, cuando su hija Aida tenía 2 años de edad. Está tan arraigada a las tradiciones de nuestro pueblo que mucha gente piensa que originariamente es de nuestra localidad, “de toda la vida”.

Después de esta breve presentación, hay que decir que, hablamos de la 1ª Obrera Casada del año 2020. Después de estar meditando más de dos horas si ser o no Obrera, el pasado 22 de agosto de 2019, decidía ser una de las máximas representantes de la fiesta para este ejercicio. “Elia Verdevío fue la verdadera artífice de todo. Así que le debo a mi amiga Elia el que yo esté hoy aquí, viviendo este sueño”, nos explica Madeleine.

Gran parte de los que hoy son Mayorales con Madeleine, ya fueron Mayorales en 2004. “Es una grande y bonita coincidencia, porque justamente muchos de ellos fueron los Mayorales también del año de mi hija. Además, algunos de aquel año ya no hacen la fiesta, pero son Mayorales sus hijos. Así que, si tenía que ser Obrera alguna vez, tenía que ser este año. Otro año no hubiera sido tan especial”, indica Madeleine.

“En esta pandilla está mi gente, dado que con muchos de los Mayorales ya tenía una relación muy estrecha de antes. Además, tengo a mis tres chicas. Así que no puedo pedir más. Estoy muy feliz”, asegura esta Obrera.

Madeleine vive todas las fiestas de nuestro pueblo en cuerpo y alma. Es fallera, como Paula Ruiz Asensi (2ª Obrera Soltera 2020), de la Falla Grande Vía del Este. Las Fiestas de agosto las vive también con pasión.

“Yo sí que he tenido Obrera a casa y he vivido la fiesta de bien cerca. Cómo decía antes, mi hija Aida fue Obrera en 2004. No obstante, la fiesta se vive de manera completamente diferente”, comenta. “Aquel año fue uno de los mejores de mi vida, a causa de la unión que había en mi casa y en la calle. Sin las vecinas y vecinos de mi calle, no hubiera podido llevar adelante toda la fiesta”, detalla. “Desde esta época, he vivido mucho todas las festividades de Bétera. Estuve unos años dando clases de Baile de Torrent a los Mayorales, junto a la profesora Carmen *Primo. Además, el padre de mis hijos también fue Mayoral tres veces. A banda, mi hija fue también Fallera Mayor y mi hijo Presidente… He sido clavariesa… También he formado parte de la Asociación del Cáncer y, por lo tanto, he estado siempre muy involucrada con todos los actos y fiestas que se han realizado en este pueblo”, relata con entusiasmo Madeleine.

La 1ª Obrera Casada de 2020 compagina su obreraje con su trabajo. Pues, Madeleine es empresaria y está al cargo de ‘*Pinturas La Báscula’. “Para mí era impensable que, a estas alturas, me convertiría en Obrera. Llevo yo suela el negocio y el horario de tienda ocupa mucho de tiempo y después me tengo que dedicar en la fiesta”, nos hace saber.

“Hay que mencionar que cuando Aida fue Obrera yo no trabajaba y, en este sentido, pude dedicarme más plenamente a ella. Pero ahora, tengo la suerte de tener dos hijos maravillosos los cuales me ayudan en todo. Somos una piña. El que yo no puedo hacer, lo hacen ellos. Hay que añadir también a Carmen Navarro. Ellos tres y yo somos el Equipo A y lo llevamos todo adelante, puesto que mi familia no vive aquí. Mi madre vive fuera y mi hermana vive en Islandia”, declara Madeleine. “También tengo que mencionar a los grandes amigos que tengo aquí, porque ellos también me lo hacen todo más fácil. Estoy ilusionada, además, porque mi hermana ha hecho un gran esfuerzo y vendrá desde Islandia a la cena de San Valentín. Y es que, aunque las tengo lejos, mi madre y mi hermana son un pilar fundamental junto con mis hijos”, añade.

De cara a la cena de San Valentín, Madeleine nos cuenta que lo tiene todo preparado desde hace meses. “A causa de mi trabajo, tengo que anticiparme a todo y prepararlo con mucho de tiempo”, comenta. Por otro lado, “bailo con Vicent García Ricart y pienso que nos sale bastante bien”, cuenta con ilusión. “También quiero destacar que mi pareja durante San Valentín y las fiestas será mi hijo Jose Vicente. Mejor pareja no podría tener”, confiesa con admiración hacia su hijo e hija.

Por otro lado, recalca la importancia que tienen para ella Alba, Paula y Manoli. “Las quiero mucho. Aunque a veces soy un poco protestona, ellas saben que las quiero muchísimo. Alba y Paula son mis niñas y Manoli es una íntima amiga con la cual hablo en el ámbito personal de muchas cosas”, indica Madeleine.

Sin perder la sonrisa que la caracteriza y ha mantenido a lo largo de toda su entrevista, Madeleine manifiesta su felicidad. “Si el año que fue mi hija Obrera fue uno de los años más felices de mi vida, este año está igualándose”, concluye.

 

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