Durante el último pleno del Ayuntamiento de Bétera Vox presentaba una moción en relación con el Día Europeo de la Memoria del Holocausto y el Día Internacional de la memoria del Holocausto y de la Preservación de los Crímenes contra la Humanidad.

En principio podría sorprender que el partido que se negó a votar a favor una moción muy similar en el pasado pleno de enero, y que no pudo salir por Corporación, presentara una moción en relación con un periodo histórico terrible que nunca deberemos olvidar. Posiblemente la moción la presentara para intentar suavizar lo que ocurrió en el pleno del mes de enero o para tapar las vergüenzas de sus compañeros de formación que hicieron lo mismo en el pleno del Ayuntamiento de Valencia en las mismas fechas. Pero no lo consiguió. 

Y no lo consiguió porque cuando analizas una moción de Vox, o unas declaraciones públicas de sus líderes, se puede observar fácilmente que están plagadas de datos falsos o medias verdades. En este caso nos tocaron las medias verdades, que manipulan la historia al igual que las mentiras. 

Si leemos la moción con detenimiento veremos cómo se evita mencionar la palabra Nazi, pues se habla de Estado nacional socialista, las dos palabras por separado, cuando proviene del vocablo alemán Nazionalsozialistiche y su traducción debe respetar esa unidad; La palabra nazi viene de ese mismo vocablo. De esta forma, Vox diluye Nazi dándole más protagonismo a la palabra Socialista, pues algunos arguyen que el régimen Nazi fue socialista. Nada más lejos de la realidad. 

Por otro lado, la moción quería reiterar dos derechos, el de la práctica de las propias creencias religiosas y el de poder manifestar las ideas políticas de cada uno; resulta inútil reiterar derechos que ya están reconocidos en nuestra Constitución y en otros convenios internacionales sobre derechos fundamentales, pero hay algunos constitucionalistas que lo son más allá de sus posibilidades. 

Y por último la moción tenía dos grandes olvidos. El texto hablaba de recordar a las víctimas del Holocausto, entre ellas a los disidentes políticos; esos disidentes fueron socialistas, comunistas de distintos países, pero también fueron los 9.328 republicanos españoles que se pusieron del lado de la legalidad constitucional republicana, que huyeron cuando el bando sublevado contra la legalidad constitucional ganó y que la Francia de Pétain recluyó y la España de Franco abandonó a su suerte. No se menciona en absoluto la connivencia que hubo entre la dictadura de Franco y el régimen nazi, con un Serrano Suñer a la cabeza de las relaciones internacionales españolas y que sentía admiración por Hitler y su prole. De igual forma, al querer honrar a los diplomáticos españoles que salvaron a judíos españoles de las cámaras de gas y los campos de exterminio, olvida un detalle nada insignificante: lo hicieron porque desobedecieron las leyes franquistas antisemitas, lo hicieron pese a saber que su futuro profesional y personal sería incierto. Más de uno terminó en destinos de tercera categoría o apartado de la carrera diplomática. 

Por todo ello, Compromís per Bétera votó en contra de la moción; votó en contra porque no se le puede seguir el juego a un partido que basa su ideario en mentiras, datos manipulados o medias verdades. Compromís per Bétera votó en contra porque no se puede blanquear un periodo histórico eliminando datos que están ahí, que son datos contrastados mal que les pese a algunos. Compromís per Bétera votó en contra para honrar con dignidad la memoria de los que sí lucharon por la libertad de todos nosotros. 

Grupo municipal Compromís per Bétera
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