El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig ha comparecido ante los medios de comunicación tras la reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el resto de los presidentes y las presidentas de las comunidades autónomas para abordar la evolución de la crisis del coronavirus.
Ximo Puig, ha subrayado la necesidad de combatir la relajación para vencer a la COVID-19 y ha planteado que la desescalada atienda a criterios geográficos, de edad y por actividades económicas.
El titular del Consell ha anunciado la creación de un grupo de trabajo multidisplinar integrado por personas expertas de diferentes ámbitos que asesorarán al Gobierno valenciano en la adopción de medidas o en la realización de propuestas para favorecer la “transición” hacia la “nueva normalidad” tras la crisis provocada por la expansión de la pandemia.
Ximo Puig ha iniciado su intervención, como en anteriores ocasiones, mostrando el “dolor” de toda la sociedad por los fallecimientos que sigue provocando la pandemia. Cada persona fallecida “duele tanto como la primera y como cada una de las 838 personas que han perdido la vida” a lo largo de la crisis sanitaria derivada del coronavirus”, ha subrayado.
El president ha invitado además a no bajar la guardia y a combatir la relajación para vencer al virus, pese a que los datos apuntan a que en una semana, el número de personas fallecidas se ha reducido a la mitad y el número de las ingresadas ha caído sensiblemente. En este sentido, ha aludido a que, a día de hoy, existen un total de 1.447 personas hospitalizadas, frente a las 1.909 de la semana pasada, lo que supone una reducción de un 24% en una semana y del 33% en 10 días.
“Son datos esperanzadores, pero, a la vez, no nos han de llevar a la relajación de las medidas de prevención”, ha dicho el president, que ha manifestado que esta mejoría es el resultado del “esfuerzo común” tanto de los y las profesionales que trabajan en primera línea como de la sociedad en su conjunto, que está respetando el confinamiento.
Puig ha subrayado, asimismo, que el “principal foco de preocupación” sigue siendo las residencias de mayores, en las que “la intervención sanitaria es fundamental”.
Por otro lado, el president se ha mostrado partidario de empezar ya a trabajar en un pacto de carácter global en el que, “más allá del partidismo y de una visión sesgada”, se pueda caminar hacia esa “transición” hacia la “nueva normalidad” atendiendo a “todas las miradas”.
Por ello, ha insistido en la importancia de alcanzar un “acuerdo institucional” para la reconstrucción social y económica en el que deben asumir una parte fundamental el Estado y las comunidades autónomas, pero también los ayuntamientos y los agentes sociales.
Puig ha indicado que, en esta negociación en torno a unas “bases comunes”, se deben contemplar acuerdos que hagan compatibles las medidas generales con otras que atiendan a parámetros de carácter geográfico, por segmentos de edad, por tipo de actividades económicas, todo ello para ser más eficaces en la desescalada.
Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dicho este domingo que la fase de confinamiento continuará “como mínimo” durante otras dos semanas y ha avanzado que el regreso a la normalidad será progresivo y cauteloso, al tiempo que ha pedido unidad para lo que ha llamado una “desescalada política”.
“No estamos entrando en la segunda fase” porque “prosigue el estado de alarma y continua el confinamiento general”, ha subrayado el jefe del Ejecutivo en rueda de prensa telemática desde Moncloa tras reunirse por videoconferencia con los presidentes autonómicos.
Asimismo, los responsables de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han advertido este domingo que no bajarán la guardia ni relajarán los controles aunque mañana vuelva a estar permitida en algunas actividades la vuelta al trabajo, como la construcción, aunque con medidas de seguridad para evitar contagios.
Tanto la comisaria principal de la Policía Nacional Pilar Allué como el general del Estado Mayor de la Guardia Civil José Manuel Santiago, ha dejado claro que seguirán controlando que los ciudadanos cumplan con las restricciones impuestas ante la pandemia de la COVID-19.
Allué ha recordado que mañana se reinicia labor en algunos sitios, pero esto “no es sinónimo de relajación”. “No bajaremos la guardia, porque es por la salud de todos, por el bien de todos”, ha apostillado.
Santiago, por su parte, ha insistido en el mismo mensaje y ha recalcado que “esto no ha acabado”, por lo que los agentes seguirán vigilantes.
ERTE en el sector turístico
En este ámbito, el president de la Generalitat ha planteado que los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que afectan al sector turístico puedan ir más allá de la fecha de finalización del estado de alarma, dado que, por las características de este sector, las empresas que se acojan a él no tendrán clientes inmediatamente después de que termine ese periodo. Igualmente, también ha propuesto que se agilicen los mecanismos para la licitación de obra pública.
El responsable del Consell ha apelado a la “corresponsabilidad” de los territorios y ha subrayado que “nadie puede mirar hacia otro lado”, porque los “ejercicios de partidismo y de victimismo no tienen ningún sentido”.
Acuerdo autonómico en torno a un Plan Marshall
Puig ha felicitado al presidente y al Gobierno por la negociación con la UE, ya que, tal y como ha subrayado, “se ha actuado con inteligencia y se han conseguido los objetivos” perseguidos. A este respecto, ha invitado a perseverar en este camino ahora en la segunda etapa para conseguir ese plan de recuperación europeo o Plan Marshall, una iniciativa para la que se cuenta “con el apoyo de todas las comunidades autónomas”, según ha señalado.
Puig ha enfatizado, asimismo, que, con la vuelta a la situación inicial del estado de alarma, no se está ante una situación de “desconfinamiento”, dado que se siguen persiguiendo los mismos resultados de seguridad sanitaria, algo incompatible con la relajación en las medidas de prevención.
Por ello, ante la nueva situación que se inicia el martes de recuperación de actividad en determinados sectores, resulta prioritario garantizar la seguridad de las personas trabajadoras. “Plantear una dicotomía entre seguridad sanitaria y actividad económica es erróneo”, ha indicado el president, que se ha referido a la necesaria “corresponsabilidad” en este ámbito.
Test rápidos y mascarillas
En relación con otros asuntos abordados en la reunión, el president ha fijado su posición respecto a los test rápidos, que, tal y como ha recordado, sirven para identificar posibles contagios, y también ha subrayado que es importante garantizar el suministro de mascarillas para su uso en determinados espacios como el transporte público, un aspecto sobre el que ha avanzado que se va a trabajar con los colegios de farmacéuticos.
No obstante, ha subrayado que las precauciones deben seguir manteniéndose porque “ni un test ni una mascarilla son una vacuna”.
Sobre el uso de la inteligencia artificial, se ha mostrado partidario de analizar cómo conjugar los derechos y libertades individuales con la ayuda que pueden prestar esta herramienta en el combate contra la COVID-19.
A su vez, Sánchez, ha asegurado que garantizará la protección y la seguridad de los trabajadores, a los que se proporcionará mascarillas para el retorno a sus puestos de trabajo.
“Los trabajadores que vayan a recuperar su actividad laboral van a contar esa recomendada protección”, ha dicho Sánchez.
La distribución se hará a través de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, ha precisado.
De otro lado, La jefa de área del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias, María José Sierra, ha recomendado hacer el test del coronavirus a las personas especialmente vulnerables, como son aquellas que tienen una enfermedad cardiovascular o respiratoria o una edad avanzada.
Campaña estatal para que las mascarillas lleguen a las personas usuarias de transporte público
La consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, ha puesto a disposición de la Delegación de Gobierno todos los medios técnicos, logísticos y humanos de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias para llevar a cabo en 48 horas, a partir del próximo martes, la campaña estatal de reparto de mascarillas entre las personas usuarias de transporte público.
El Centro de Coordinación de Emergencias ha enviado este domingo las indicaciones de la Delegación de Gobierno a las policías locales para llevar a cabo la recogida de mascarillas y su posterior reparto el martes 14 de abril y el miércoles 15 de abril entre las personas que utilizan el transporte público para desplazarse a su lugar de trabajo.
Los puntos donde se efectuará la entrega, siempre a aquellas personas que van a tomar el transporte público y no a las que salgan del mismo, serán las estaciones de tren, de metro y de autobús.
¿Cómo seran estas mascarillas?
Las mascarillas higiénicas que mañana le darán en el transporte que elija para ir al trabajo y en el que sea complicado mantener la distancia de seguridad recomendada, deberán cubrirle la nariz, boca y barbilla y, una vez ajustada, no debe tocarla con las manos, y si lo hace deberá lavárselas antes.
Lavarlas con agua y jabón o frotarlas con una solución hidroalcohólica. Es lo que recomiendan cuatro ministerios, los de Industria, Comercio y Turismo, Sanidad, Consumo, y Trabajo y Economía Social, en un documento aprobado esta semana: la especificación UNE (Asociación Española de Normalización)0064-1.
En ese documento se establecen los requisitos mínimos que deben cumplir unas mascarillas higiénicas, en cuanto a los materiales que se utilizan para su elaboración, confección, marcado y uso, pero además se explica de forma pormenorizada cómo se deberán colocar y cuál es la duración máxima recomendada.
Son para personas adultas sin síntomas, que no sean susceptibles de utilizar mascarillas quirúrgicas ni máscaras filtrantes de protección contra partículas, y las que se precisan en esta especificación no son reutilizables. Según han precisado a Efe fuentes de Interior, algunas de las que se repartirán mañana no serán reutilizables y otras sí.
Las mascarillas higiénicas sólo la puede utilizar una persona y preferiblemente una única vez, aunque puede hacerlo varias si la usa en periodos de tiempo muy cortos. Una vez usada se debe desechar.
¿Como debe colocarse este tipo de mascarilla?. Antes de manipularla, la persona debe lavarse las manos; después la coloca en la cara, la ajusta, sitúa las cintas exteriores a ambos lados de las orejas, baja la parte inferior a la barbilla y verifica que la cubre.
Si está colocada correctamente, no se deben tener molestias respiratorias y si se tiene que tocar no hay que olvidar que antes se de lavar las manos.
Otra cosa a tener en cuenta: ¿como se debe quitar?. Para evitar la contaminación al retirar una mascarilla, se deben seguir los siguientes pasos:
– Quitarse los guantes de protección.
– Lavarse las manos con agua y jabón o frotarlas con una solución hidroalcohólica.
– Retirar la mascarilla sin tocar la parte frontal de la misma.
– Desecharla en un recipiente específico, en un contenedor provisto de una bolsa de plástico (preferiblemente con tapa y control no manual). Se recomienda utilizar doble bolsa para preservar el contenido de la primera bolsa en caso de desgarro de la bolsa exterior. También se pueden desechar en los contenedores para desechos biológicos.
– Por último, lavarse las manos de la misma forma que hemos repetido.
Por cuestiones de comodidad e higiene, se recomienda no usar la mascarilla por un tiempo superior a cuatro horas, y en caso de que se humedezca o deteriore por el uso, se aconseja sustituirla por otra nueva.
Durante ese tiempo, solo se pueden usar varias veces si se retira de acuerdo a las explicaciones, se almacena temporalmente o se cuelga para ofrecer el menor contacto posible, y se vuelve a colocar de acuerdo con las instrucciones.
Tampoco se debe colocar en una posición de espera en la frente o debajo de la barbilla durante y después del uso.