¡¡¡Hostia!!! ¡¡¡La mascarilla!!!
Muchas mañanas, cuando salgo de casa y voy al horno, al llegar a la calle Larga, me llevo instintivamente la mano a la frente y entre mí mascullo: “¡¡¡Hostia la mascarilla!!!”. Otra vez se me ha olvidado ese nuevo complemento al cual nos tenemos que acostumbrar. Total, que vuelvo atrás, subo a casa, cojo la mascarilla,…