Los aeropuertos españoles comenzaron a recibir este domingo a los primeros visitantes de la Unión Europea y del espacio Schengen después de que España abriese sus fronteras tras tres meses de estado de alarma motivados por el coronavirus.

La red de aeropuertos de AENA recibió 100 vuelos este domingo provenientes de la Unión Europea y del espacio Schengen, aunque en total se realizarían unas 650 operaciones (salidas y llegadas). Además de esos 100 vuelos, otros 225 serían domésticos.

En la mañana, el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas recibió dos vuelos de la Unión Europea y el espacio Schengen, uno de París (Francia) y otro de Milán (Italia). La operativa se desarrolló con total normalidad.

El aeropuerto de El Prat Josep Tarradellas (Barcelona) recibió sin incidencias desde primera hora de la mañana los primeros aviones.  El primer vuelo internacional en llegar a El Prat procedía de la capital alemana, Berlín.

El aeropuerto solo abrió para todos los vuelos y compañías la terminal T1. A la misma solo puede acceder el pasajero y un acompañante en el caso de que el viajero necesite asistencia. Hasta anteayer, las llegadas que recibía España eran de terceros países, de una lista limitada. Los vuelos estaban justificados por situaciones como expatriaciones, por motivos de trabajo o de residencia.

Los aeropuertos españoles se han preparado para recibir a los nuevos pasajeros y garantizar “que vengan en condiciones de seguridad para ellos mismos y para quienes los acogen”, según explicó el ministro de Sanidad, Salvador Illa.

Illa supervisó junto al ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, las medidas de seguridad puestas en marcha en el aeropuerto madrileño para la prevención del coronavirus.

A partir ahora, los viajeros que lleguen a España tendrán que pasar tres filtros de seguridad. El primero de ellos estará basado “en las declaraciones responsables” de los visitantes, donde se solicitará al viajero información sanitaria, y también aquella relacionada con su hospedaje en España o los lugares que visitará. Un segundo filtro será de temperatura y el tercero, “visual”.

Si algún visitante no supera alguno de estos controles “primarios”, tal y como ha dicho Illa, el viajero pasará a ser atendido por un médico de Sanidad Exterior que podría derivar al paciente al servicio sanitario español.

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