Esta semana es la que llevamos esperando durante meses y meses todos y cada uno de los valencianos. Una semana en la que nos transformamos por completo y los sentimientos florecen más que nunca: felicidad, diversión, risas, emoción, melancolía. Parece muy extraño que tan solo una simple fiesta pueda producir tanto en tan pocos días, pero no es esa fiesta; sino que es LA FIESTA.
Tengo la suerte de pertenecer a una larga saga de falleros, falleras mayores, presidentes, miembros de directiva… que con su esfuerzo y dedicación han hecho que LAS FALLAS sean lo que hoy en día son: Un estilo de vida.
Desgraciadamente llevamos dos años sin ver esas calles repletas de gente de todas partes en nuestra querida valencia. Falta esa música que nos ponía a bailar durante horas y horas de los mejores músicos de cualquier parte. Ese olor a pólvora que recubre toda valencia a las dos de la tarde acompañadas de las palabras de nuestras queridas representantes: SEÑOR PIROTÉCNIC, POT COMENZAR LA MASCLETÀ. Las maravillosas luces que iluminan los inicios de las calles y plazas ocupadas por los increíbles monumentos que acaban cobrando vida, pero que un 19 de marzo mueren entre las llamas para dar inicio a una nueva etapa. Y, sobre todo, el desfile que todo fallero espera: tener la oportunidad de poder ofrendarle tu ramo con las mejores flores a nuestra Mare de Déu es indescriptible. Miles y miles de lágrimas que se derraman por verte a ti y ofrendarte nuestro ramo lleno de deseos y dedicado para la gente que ya no te puede ver si no es desde el cielo.
No nos podemos olvidar de la gente que hace que todas estas cosas y muchas más acaben siendo posibles. Gracias a vosotros podemos hablar con orgullo de nuestra fiesta, tenemos la protección que necesitamos, hacéis que sea mágica.
Valencianos y valencianas, falleros y falleras: las fallas no han muerto, sino que se han quedado un año más descansando para que el día que comiencen no tengan fin. La tristeza que ahora mismo tenemos no nos cabe ni en nuestro pecho, pero si hemos tenido la fuerza y el poder de pasar una pandemia podemos con esto y con mucho más.
Trabajar unidos; son las palabras clave para que esta fiesta siga hacia delante por nosotros, por los que ya trabajaron por ella y para dejar una herencia a nuestras futuras generaciones.
Yo como fallera y valenciana que soy, tengo ganas de volver a llevar nuestra rica y preciosa indumentaria. Pasearla por todas y cada una de las calles de nuestra ciudad y estar orgullosa de lo que represento. Represento a una mujer valenciana, a un colectivo luchador con un futuro prometedor, a una fiesta que es patrimonio inmaterial de la humanidad, a mi ciudad. Y por todo eso y mucho más tenemos que ser fuertes para poder coger esta fiesta mejor que nunca.
Muchos lo ven como una simple fiesta, pero no es así y los que lo vivimos desde dentro de una comisión lo sabemos. Ahora mismo todos somos una familia y hay que estar más unidos que nunca.
Y a las representantes de ellas, no estéis tristes. Si esta fiesta se hace de esperar es porque tendréis el mejor reinado de la historia de las fallas; viviréis todos los actos con la máxima ilusión que podéis tener y sobre todo con orgullo.
Por todo esto y mucho más, unámonos todos y digamos: TORNAREM MÉS FORTS QUE NUNCA.
¡Viva Valencia y vivan las Fallas!