Toda obra de arte comienza tal que así: todo artista coge su lienzo, lo pone delante de él y nada más verlo, tocarlo y sentirlo ya sabe el deber que tiene con ella. Porque todo comienza así: con un lienzo en blanco.
Lienzo, qué palabra tan curiosa. Blanco, qué color tan puro.
Yo esto lo siento como un inicio, el inicio de una gran elaboración, de un trabajo muy duro que va a requerir mucho esfuerzo y dedicación, imaginación, tiempo, paciencia y como no: una buena dosis de inspiración.
Aunque no se valore muchas veces, es un gran esfuerzo y dedicación el que todo artista hace para satisfacer a su público. Hacer lo que a ellos más les guste y les impacte. Pero… ¿Y qué pasa con el interior de uno?, ¿Con sus gustos, preferencias, lo que lleva dentro?
Porque muchas veces nos olvidamos realmente de quién y de cómo somos.
Da pena el desperdicio de mentes tan increíbles que hay por el mundo y que no se están potenciando. Es triste como miles de obras de arte se ven obligadas a decir adiós por no poder llegar a atravesar la pupila, ni el bolsillo de una persona, que tiene ni la mínima idea de lo que significa, de lo que demuestra y lo que intenta transmitir.
Pero la pena más grande realmente es la que se encuentra dentro del artista al ver que lo que hace no llena el corazón de la gente.
Me hace especial curiosidad el saber lo que significa la palabra “arte” para las personas, ya que estoy completamente segura de que describirían el cuadro que se encuentra en el recibidor de su casa viendo así los años pasar sin que nadie sepa valorarlo ni un mínimo. Que no sepa comprenderlo, ni siquiera mirarlo.
Arte eres tú, tus emociones, tu familia, tus amigos. Porque el arte es todo aquello que te rodea y que tienen un fin único y es el hacer que lo disfrutes y que puedas sentir con ello.
Y arte soy yo y mi escrito que ahora mismo se lo dedico a todos aquellos artistas que no disfrutan de su trabajo porque están encadenados a una palabra: a la palabra complacer.
Os invito a que os encadenéis a otras palabras como amor, pasión, entrega, satisfacción… Porque todo esto es lo que aporta el trabajo bien hecho y disfrutado.
¿Vas a encadenarte conmigo?
¡Va por vosotros!