Andando por el campo, te encuentras cosas sorprendentes, difíciles de entender. Imágenes insólitas que no puedo explicar. No es la primera vez que lo veo, pero otras veces ha sido más cerca del pueblo, donde puede haber un trabajador de la limpieza que lo recoja.

En el pueblo y sobre todo al encerado, hay que recoger la caca de los animales de compañía, es necesario, se recete, es convivencia. ¿Pero en el campo? Solo hay que vigilar que el animalito no cague en medio del camino donde creemos que anda gente. En el campo la materia orgánica desaparece gracias a una cantidad de insectos, que nos ayudan a limpiar, no nos imaginamos cuánto, si lo pensamos nos miraríamos mucho de gastar insecticidas.

¡Pero, la caca de perro en el campo, dentro de una bolsa de plástico colgada a una balla! ¿Quién lo tiene que recoger? ¿Cuánto de tiempo tardará en desaparecer? ¿Quién espera que pongan una papelera junto a la balla?

Comparto el escrito que acompaña la bolsa.

Antònia Casellas
Imprimir article
Comenta aquesta notícia