La función de la democracia básicamente es ofrecer a los ciudadanos y ciudadanas, el mejor bienestar posible, establecer la equidad en el hecho social y la distribución de la riqueza de los bienes que la vida nos puede ofrecer. Evidentemente no es un sistema perfecto, pero es el mejor sistema que la sociedad ha creado, no sin esfuerzos ni sin sacrificios; es un sistema creado por hombres y mujeres todos ellos imperfectos por naturaleza.

Los ciudadanos y ciudadanas cada cierto tiempo y de manera libre, según el pensamiento de cada cual, pueden elegir sus representantes, que serán los encargados en llevar adelante, siempre bajo los principios de la democracia, las diferentes políticas de la forma más justa, más equitativa y más distributiva.

Llegados a este punto, habría que analizar lo que ha pasado en Bétera en estos últimos días sobre la bajada del IBI (la Contribución de toda la vida), donde no se han cumplido esos principios democráticos.
Primero tenemos que ser realistas y pensar que todo lo que tenemos: escuelas, hospitales, infraestructuras, servicios de limpieza, edificios públicos…; salen de los impuestos que todos pagamos. A menos impuestos menos servicios, o si queremos decirlo de otra manera: a menos impuestos, más deficiencias en los servicios públicos.

Aquí en el pueblo con este tipo de rebajada lineal del IBI, han salido perjudicadas las personas que menos tienen, las más vulnerables.

La rebajada lineal significa que el porcentaje que se aplica fue igual para todos, sin tener en cuenta el valor catastral de los inmuebles donde las diferencias pueden llegar a ser muy altas, siendo los beneficiados aquellos que tienen el valor catastral más alto.

Esta medida fue aprobada el pasado 9 de octubre en el Pleno extraordinario celebrado a las 9 horas de la mañana, por todos los grupos políticos menos el grupo socialista, que se abstuvo. El motivo de la abstención fue porque solicitaban que la rebajada de la Contribución (el IBI) fuera de forma proporcional. Esto hubiera sido más justo y más equitativo, principios democráticos que deben de formar parte de la democracia.

Pienso que justificar la votación afirmativa de la bajada, motivándolo con facilitar mediante ayudas la colocación de placas fotovoltaicas en las casas, o en ayudas a familias monoparentales (todas estas ayudas ya existían), da la sensación que en estos grupos políticos les importaba más los titulares y lo que pueda decir la gente, que la coherencia política, que mira por donde también forma parte de esos principios de la democracia de la que se hablaba al principio de este escrito.

Por su parte, el equipo de gobierno ya tiene lo que pretendía, un buen eslogan para la próxima campaña electoral: “Nosotros hemos sido capaces con nuestro gobierno bajar el mpuesto del IBI”, (la Contribución de toda la vida)”. Bien, lo único que se podría decir en estos casos es: “Siempre nos quedarán las alegaciones”, como decía Rick en Casablanca: “Siempre nos quedará París”.

Artículo de opinión de Vicent Sorlí Falomir.
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