(EFE) El profesor de Derecho Constitucional y presidente de la Red de Universidades por la Infancia y Adolescencia, Vicente Cabedo, defiende la necesidad de generar una “cultura de respeto a la diversidad”, en todos los ámbitos, mediante campañas de sensibilización contra el odio a la otra persona.

Cabedo, director de la Cátedra de Infancia y Adolescencia en la Universitat Politècnica de València (UPV), impulsora de la Red de Universidades por la Infancia y la Adolescencia, considera “un hecho lamentable” la agresión homófoba que ha sufrido un profesor de instituto de Bétera por un grupo de alumnos, e insiste en la necesidad de “prevenir” estas situaciones.

El experto aboga por dar visibilidad a la diversidad, “porque es la única forma de tomarla con normalidad”, y por la prevención mediante la sensibilización “desde la infancia” que cree una cultura de respeto a la diversidad, en todos los ámbitos, desde el de la orientación sexual, de género, de creencias, procedencia o el de la pobreza, “muchas veces invisibilizado”.

Cuando surge un conflicto, como la agresión sufrida por el profesor en Bétera, siempre nos preguntamos “qué se podía haber hecho”, y a su juicio es “intentar prevenir estas situaciones” mediante la sensibilización social y educación desde la escuela.

Cabedo destaca que España ha avanzado mucho normativamente, tanto a nivel autonómico como estatal, y el objetivo es que “la población tome conciencia del respeto, como un país libre que somos”.

Ahora bien, señala que “la paradoja es que estamos muy avanzados respecto a Europa, casi a la vanguardia en normativa y políticas, pero están creciendo los delitos de odio”.

Una de las posibles causas, añade, es la politización de estos avances por parte de algunos sectores de la sociedad, “y a esos sectores hay que trabajarlos para que no se cree ese problema”.

A su juicio, “hay también que preparar a la sociedad y sobre todo sensibilizarla en el respeto a los otros”.

En el caso del profesor agredido en Bétera, Cabedo señala que responde a un patrón: “De los que se unieron al linchamiento al profesor, una parte importante no tenía ni la concepción de odio contra esa persona, pero está claro que eso ha salido de alguien y muchas veces viene de la formación en las familias”.

Ahora bien, precisa que las nuevas generaciones están más avanzadas en este ámbito, el de respeto a la diferencia, y se ve en los centros educativos en los que trabaja la cátedra de la Infancia y la Juventud.

“Aceptan con naturalidad que pueda haber un niño con otra identidad y si avanzamos desde abajo, que se vea con normalidad la diferenciación, conseguiremos que la sociedad cambie y sea una cultura muy tolerante”, defiende.

Por ello se muestra optimista, pero insiste en la necesidad de seguir trabajando desde la prevención y la sensibilización. “Que todos tomemos conciencia de que somos iguales y tenemos los mismos derechos más allá de lo que seamos o nuestras creencias”, añade.

La Red de Universidades por la Infancia y la Adolescencia, que aglutina a 25 universidades españolas, tiene también como objetivo servir de asesoramiento a las instituciones y organizaciones para la elaboración de planes de prevención, realizados por expertos en cada materia.

Oltra acusa a Vox de sembrar odio y generar acciones ‘crueles’ como en Bétera
La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, acusó también este jueves en el pleno de Les Corts Valencianes a Vox de sembrar con sus discursos un “odio” que divide a la sociedad y que genera “acciones crueles” de adolescentes valencianos hacia personas que son diferentes.

“Ayer en Bétera, entre 150 y 200 adolescentes atacaron a un profesor por su orientación sexual, y lo hicieron como reacción a unas chicas que habían sacado la bandera arcoíris para defender la diversidad afectivo sexual”, ha lamentado Oltra.

Los discurso de Vox “están generando una confrontación en la sociedad que es intolerable en términos democráticos”, ha indicado Oltra, quien ha reivindicado que, frente a ello, el Consell defiende la libertad, la diversidad, el respeto y la dignidad humana.

La vicepresidenta ha respondido así a la diputada de Vox Ángeles Criado, quien durante una pregunta sobre las medidas para mejorar el bienestar de los valencianos ha afirmado que los ciudadanos “piden a gritos” que se vaya ya, y si no lo hace demostrará “que solo le importa una cosa: Mónica Oltra”.

La vicepresidenta ha replicado: “Son gente peligrosa, antidemocrática, que siembra el odio, fragmenta nuestra sociedad y deshumaniza a las personas que no piensan como ustedes”. Oltra ha acusado a Criado de empeñarse en demostrar todo lo que sus compañeros de la extrema derecha intentan “disimular”.

Previamente, la diputada de Ciudadanos María Quiles ha mostrado una camiseta con la imagen de la vicepresidenta y la frase “Oltra vete ya” por su gestión de los casos de abusos a menores tutelados, pues, según ha dicho, “la corrupción económica hace daño, pero ¿y la corrupción de menores?”.

“Nunca he sido una rebelde sin causa; me he puesto camisetas a mucha honra y he podido ir con la cara bien alta” con ellas, ha reivindicado Oltra, quien ha aseverado que estos grupos no le van a hacer bajar la cara, porque lo que le ha caracterizado, con camisetas o con traje de chaqueta, ha sido “la integridad, la ética y la estima” a las personas, sobre todo a las que más lo necesitan.

La vicepresidenta ha reprochado a Ciudadanos que se empeñe en “tirarle a la cara” de forma “reincidente” los abusos a menores tutelados, y ha reiterado que las imputaciones judiciales de empleadas públicas de la Conselleria son fruto de denuncias de la extrema derecha.

“Sigan escupiendo al cielo”, ha indicado Oltra, quien ha añadido que “ya se sabe lo que pasa cuando se escupe al cielo” y ha lamentado que a Ciudadanos las personas vulnerables “les importan poco”, y por eso también la ciudadanía “les está poniendo donde les está poniendo”.

El profesor que sufrió una agresión homófoba lamenta que cale el discurso de odio
Por su parte, el profesor del instituto de Bétera que sufrió una agresión homófoba por parte de un grupo de alumnos en el patio del centro ha lamentado que “el discurso de odio está calando muy fuerte y cogiendo fuerza”, y ha abogado por educar en valores como el respeto.

Tras la agresión del docente una decena de alumnos han sido expulsados del centro y el informe ha sido trasladado a la Conselleria de Educación para la apertura del expediente administrativo a través del Plan de prevención de agresiones, y está en manos de la Fiscalía por ser un posible delito de odio, según el sindicato Stepv.

El docente, Miquel Álvarez, profesor de Física y Química, ha señalado este jueves a EFE que en el centro no se había detectado ninguna señal de alarma que hiciera pensar en este tipo de actitudes por parte de los alumnos y sintió que la agresión, mediante insultos homófobos hacia su persona, “no venía al caso” y la experiencia que vivió fue muy “desagradable”.

Según ha relatado, el miércoles de la semana pasada dos alumnas sacaron una bandera LGTBI al patio y la dirección del centro les explicó que una bandera “deja de actuar como símbolo y pasa a ser una provocación”, por lo que la retiraron y se acabó el problema.

Como protesta a esta bandera LGTBI, un grupo de alumnos se pusieron de acuerdo para llevar al día siguiente banderas de España “como muestra de odio, utilizando una bandera que no significa ese odio y fue cuando se les retiró porque se consideró una provocación”, ha explicado Álvarez.

La retirada de dichas banderas fue la “chispa” que encendió a este grupo de alumnos que el jueves se dirigieron al profesor, acudieron hacia él formando un círculo e iniciaron las agresiones mediante insultos homófobos hacia su persona.

“En ese momento yo estaba solo y era imposible poder identificar a las personas que estaban insultando y diciendo comentarios muy desagradables”, ha recordado.

Otra profesora del centro ha relatado que en el corro que se formó habían entre 150 y 200 alumnos, “una agresión brutal, como una manada rodeando a un profesor al que agredieron e insultaron”.

“Sentí una agresión hacia una persona que no venía al caso porque simplemente les había cogido una bandera explicándoles que no podían utilizar un símbolo como provocación porque dejaba de tener efecto”, ha añadido Álvarez.

El profesor ha lamentado asimismo que el “discurso de odio está calando muy fuerte y cogiendo fuerza cuando salta una chispa va todo detrás”.

Tras el suceso, ha agradecido las numerosas muestras de apoyo que ha recibido, primero de todo el equipo directivo y el claustro de profesores, que el pasado lunes acudieron al instituto vestidos de negro en señal de protesta por lo sucedido, así como de alumnos, otros centros educativos de toda España, instituciones y de los sindicatos que le han ofrecido asesoramiento jurídico.

“No tengo nada en contra de estas familias ni del alumnado, en absoluto. Nosotros educamos en valores y lo que queremos expresar es que estos actos no pueden pasar”, ha aseverado Álvarez.

El profesor ha insistido en que no quiere que este incidente tenga consecuencias malas contra los alumnos, “nada punitivo”, sino que “aprendan y que crezcan como personas críticas, pero críticas con educación y respeto y que no todo es opinable”.

“La opinión se acaba donde empieza el derecho del otro y esto es lo que nosotros intentamos explicar y trabajar día a día en el aula”, ha añadido. Tras el altercado siguió sus clases y no ha parado de trabajar, ha asegurado.

Hoy numerosos alumnos han mostrado sus uñas pintadas de negro, al igual que Álvarez, en señal de apoyo al profesor.

“No había vivido esta situación nunca ni en un centro escolar ni fuera en la calle y espero que no me vuelva a pasar”, ha afirmado Álvarez.

El portavoz del sindicato Stepv, Marc Candela, ha anunciado que están elaborando un manifiesto que dirigirán a todos los claustros de profesores y a los ayuntamientos, en el que instarán a trabajar unidos para “poner freno al discurso de odio y comprometer a la sociedad en el respeto al otro”.

El Stepv ha trasladado también a la Conselleria de Educación la necesidad de que actúe en este instituto, el IES Les Alfàbegues de Bétera, pendiente de la ampliación en otro centro, que tiene capacidad para unos 500 alumnos y alberga actualmente a un millar.

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