Cada 11 de abril se celebra el Día Mundial del Parkinson, coincidiendo con el aniversario de James Parkinson, neurólogo británico que en 1817 descubrió lo que en aquel tiempo llamó parálisis agitante y que hoy conocemos como enfermedad de Parkinson.

La cirugía de los trastornos del movimiento es la técnica que se emplea para el tratamiento avanzado del Parkinson. Este tipo de cirugía se lleva a cabo en los hospitales Clínico y La Fe de València, que además es CSUR (Centro, Servicio o Unidad de Referencia) del Sistema Nacional de Salud.

Con motivo del Día Mundial del Parkinson, que se celebra el 11 de abril, la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública señala la importancia de ofrecer un tratamiento integral y personalizado a las personas que padecen esta enfermedad con el fin de mejorar su calidad de vida.

La Unidad de Trastorno del Movimiento del hospital La Fe atiende anualmente alrededor de 1.000 consultas de pacientes con Parkinson avanzado. Esta unidad utiliza actualmente una técnica mínimamente invasiva, actuando sobre determinadas zonas del cerebro mediante ultrasonidos focalizados de alta densidad. Los ultrasonidos atraviesan la piel y el cráneo, y llegan hasta la zona del cerebro que se quiere tratar sin tener que hacer ningún tipo de incisión en la piel ni abertura en el cráneo.

Desde mediados de 2019, más de 100 pacientes con temblor esencial y con temblor asociado a la enfermedad de Parkinson han sido tratados con esta técnica. Y desde 2021, se ha empezado a actuar con esta técnica sobre una zona del cerebro responsable no solo en el temblor de la enfermedad de Parkinson, sino en otros síntomas de esta enfermedad, como la rigidez y la lentitud del movimiento. De forma que se han podido ampliar las indicaciones, tratando estos síntomas de una forma mucho menos invasiva.

Las mejorías que se obtienen con esta técnica, tanto en el temblor, como en la rigidez o en la lentitud del movimiento, oscilan entre un 50% y un 80% y los efectos secundarios, en el caso de que ocurran, son leves y en la mayoría de los casos transitorios.

Por su parte, el Servicio de Neurología del Hospital Clínico atiende alrededor de 1.600 consultas al año, en las que se hace seguimiento especializado por neurólogos formados en trastornos del movimiento y se ofrecen todas las terapias disponibles. Este servicio realiza anualmente alrededor de 30 cirugías de trastornos del movimiento. Actualmente se realiza la estimulación cerebral profunda a través de implantes de dispositivos que estimulan eléctricamente el cerebro para modular la señales que causan los síntomas motores. Se utilizan electrodos unidireccionales y multidireccionales que permiten una mejor adecuación y conformación del campo eléctrico de estimulación para optimizar la terapia y disminuir el número de efectos adversos.

Otro tratamiento es la terapia de infusión o bomba de infusión, que permite la entrada controlada de la dosis del fármaco y un flujo continuo a lo largo del día. Con ello se mejoran las fluctuaciones motoras y, en general, la calidad de vida de los pacientes que presentan respuesta al tratamiento más complejas. Además de en el Clínico y La Fe, este tratamiento se realiza en los hospitales Generales de Castellón, Alicante y Elche.

En la Comunitat Valenciana, actualmente, hay un total de 20.449 personas con diagnóstico activo de enfermedad de Parkinson, de las cuales 3.287 fueron diagnósticos nuevos en 2021 (328 en Castellón, 1.270 en Alicante y 1.689 en València).

Por provincias, en Castellón hay un total de 2.170 personas con un diagnóstico activo de esta patología, en Alicante 7.567, y en València 10.712.

Por sexos, el 53,46% del total de personas diagnosticadas son hombres y el 46,53% mujeres.

Se trata de una enfermedad que suele comenzar alrededor de los 60 años, pero puede aparecer antes. En este sentido, el 6,84% del total de pacientes son menores de 60 años y el 65,74% es mayor de 75 años. Por grupos de edad, el grupo más frecuente con diagnóstico activo de Parkinson es el de 75 a 79 años (21,13%), seguido del grupo con edades comprendidas entre 80 y 84 (20,85%), 85 y 89 (16,78%) y 70 a 74 años (14,19%).

El Parkinson es una enfermedad crónica del sistema nervioso central, degenerativa y lentamente progresiva, que afecta a las células nerviosas o neuronas, en una parte del cerebro que controla el tono muscular y los movimientos (sistema extrapiramidal). Se trata de una patología compleja que cursa con una serie de síntomas motores (lentitud de movimientos, temblor, rigidez, inestabilidad postural) y no motores (trastornos del sueño, estreñimiento, problemas visuales, respiratorios, urinarios, cognitivos o problemas psicológicos). Es la enfermedad neurodegenerativa de mayor prevalencia tras el Alzhéimer.

Los pacientes con Parkinson requieren de un seguimiento continuado a lo largo del proceso, garantizado por los equipos de Atención Primaria, en coordinación con los equipos de especialistas que intervienen en los aspectos tanto físicos, psíquicos y sociales de la enfermedad (neurólogos, rehabilitadores, neurofisiólogos, psicólogos clínicos).

Aunque no existe una cura para la enfermedad de Parkinson, sí que se puede tratar y existen diversos fármacos que ayudan a mejorar notablemente los síntomas y la calidad de vida del paciente.

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