Los centros de salud de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública atienden cada día unas 170 consultas por Fibromialgia o Fatiga crónica, de acuerdo con los datos del año pasado. La media diaria por provincias es: 24 consultas en Castellón, 86 en Valencia y 60 en Alicante. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 12 de mayo el Día Internacional de estas dos afecciones, que son crónicas y de etiología desconocida.

La Fibromialgia se caracteriza por el dolor músculo-esquelético generalizado, mientras que el síndrome de la Fatiga Crónica se manifiesta en forma de agotamiento intenso de carácter permanente que limita la capacidad funcional. En los dos casos son patologías de causa desconocida, el diagnóstico es clínico, y las pruebas que se realizan se encaminan, más que a constatar la afección, a descartar otras posibles patologías asociadas.

En la Comunitat Valenciana, las personas con diagnóstico activo de Fibromialgia eran unas 42.561 el año pasado, en su mayoría mujeres (94,3%). En el mismo periodo, se contabilizaban 2.770 pacientes con diagnóstico activo de síndrome de Fatiga Crónica: 2.323 mujeres y 447 hombres.

Se trata de procesos que pueden mermar de manera importante el bienestar de las personas afectadas, y la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública aboga por una atención integral y un seguimiento continuado.

La asistencia pivota en torno a los equipos de atención primaria, aunque en función de las necesidades que pueden surgir, las manifestaciones clínicas, la respuesta al tratamiento o las patologías concomitantes, se puede llegar a requerir la intervención de otras especialidades. En cualquier caso, la asistencia se basa en la evidencia científica y en la coordinación entre los y las profesionales implicados, así como en la participación y adaptación del paciente.

Los objetivos fundamentales de la atención sanitaria son aliviar los síntomas, fundamentalmente el dolor, y mantener la capacidad funcional en los ámbitos personal, familiar y profesional, procurando que la calidad de vida mejore, se mantenga o se deteriore lo menos posible, de forma integrada con el abordaje del resto de problemas de salud de la persona.

Esto es así porque, en la actualidad, no hay ningún fármaco para el tratamiento específico de estos procesos, por lo que se recomienda combinar el tratamiento farmacológico sintomático con la información y educación para el autocuidado y la toma de decisiones conjunta entre las personas afectadas y los equipos que las atienden, así como con el ejercicio físico gradual y la terapia cognitivo conductual.

La Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, además de prestar atención sanitaria a las personas afectadas, respalda las iniciativas y acciones de sensibilización encaminadas a visibilizar estas patologías. En esta línea, la Escuela Valenciana de Estudios de la Salud impartió en 2020 y 2021 un curso que contó con la participación de 277 profesionales sanitarios. Actualmente, está en marcha una nueva edición con casi un centenar de inscripciones.

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