(EFE) El programa piloto que la Conselleria de Economía va a poner en marcha este año para incentivar la reducción del tiempo de trabajo en las empresas valencianas testará la mejora de la productividad, de la conciliación y del bienestar laboral y patrones de movilidad y usos energéticos más responsables y sostenibles.
La iniciativa, que tiene carácter experimental, permitirá a las empresas que, de forma voluntaria y consensuada con sus trabajadores, decidan implementar una reducción del tiempo de trabajo a 32 horas semanales, poder recibir una ayuda de 9.611 euros durante tres años por trabajador adherido al plan.
En la Cumbre Internacional de la Semana de Cuatro Días, celebrada en el Centro Deportivo-Cultural La Petxina, de Valencia, el conseller de Economía, Rafa Climent, ha destacado durante la apertura de la segunda jornada que son numerosos los estudios que constatan cómo la reducción del tiempo de trabajo puede mejorar la productividad de las empresas y, al mismo tiempo, el bienestar de los trabajadores.
“Es evidente que algo falla en nuestro país. Trabajamos más que el resto y somos menos productivos”, ha afirmado para aportar datos sobre el volumen de horas trabajadas y la productividad.
En 2019 en España un trabajador pasaba de media 1.686 horas anuales en su puesto de trabajo y el valor añadido era de 52 dólares (48 euros) por hora, según la OCDE; en Alemania o los países nórdicos se trabajan muchas menos horas anualmente (en torno a 1.300) y tienen unos niveles de productividad considerablemente superiores (en torno a 65-70 dólares/hora -60-65 euros-).
Según el conseller, gran parte de las diferencias tiene que ver con cuestiones relacionadas con el modelo económico, como el peso de la industria, inversión en innovación, investigación y desarrollo, pero también cómo se organiza el trabajo en las propias empresas.
Por eso, ha apuntado la necesidad de trabajar en la transición hacia un modelo productivo más diversificado y resiliente, pero antes propiciar “una gran transformación en la cultura empresarial y de la organización del tiempo de trabajo en las empresas”.
La cumbre ha reunido a representantes políticos y del ámbito empresarial, académico e internacional como la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social del Gobierno de España, Yolanda Díaz, los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo respectivamente, la representante del IG Metall alemán Sophie Jaenicke, Ruby Gibson de PCS de Escocia y Fausto Durante del sindicato CGIL italiano.
Durante estas dos jornadas se describen y debaten los planteamientos la implantación de la jornada laboral de 4 días o 32 horas semanales, analizando las experiencias que ya se han puesto en marcha en todo el mundo de esta novedosa propuesta laboral, así como los beneficios económicos, sociales y medioambientales que conlleva su aplicación.
Desde el PSPV-PSOE, su vicesecretaria general, Ana Domínguez, ha señalado al ser preguntada por la reducción de la semana laboral que cualquier debate de mejora de los derechos de los trabajadores es positivo y hay que enfocar esta cuestión desde un punto de vista integral y acompañada de la mejora de la productividad.
Domínguez ha considerado que las empresas afrontan en estos momentos un contexto de incertidumbre por la subida de la inflación, pero ha reiterado que cualquier debate de mejora de los derechos laborales es positivo.