Cada 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, con la finalidad de sensibilizar a la población mundial acerca de la importancia de cuidar nuestros ecosistemas y fomentar el respeto al medio ambiente.
El Día Mundial del Medio Ambiente fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 1972, coincidiendo con el inicio de la Conferencia de Estocolmo, cuyo tema principal fue precisamente el medio ambiente.
En el marco de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente se deben centrar los esfuerzos en motivar a las personas y comunidades, para que se conviertan en agentes activos del desarrollo sostenible y de protección del medio ambiente.
Es por ello que se invita a las personas a mejorar sus hábitos de consumo. A las empresas a desarrollar modelos más ecológicos. A los gobiernos a proteger las zonas salvajes. A los profesores a educar en valores naturales. A los jóvenes a alzar la voz por el futuro del planeta. La protección del medio ambiente requiere del apoyo de todos.
El Día Mundial del Medio Ambiente 2022 se celebra con el tema Una sola Tierra, una consigna que pide cambios profundos en las políticas y en nuestras decisiones para permitir vidas más limpias, ecológicas y sostenibles, en armonía con la naturaleza.
“Una sola Tierra” fue el lema de la Conferencia de Estocolmo de 1972, en la cual se acordó el establecimiento del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Cincuenta años después, cuando la triple crisis planetaria sigue poniendo en peligro a nuestro planeta —el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, y la contaminación y los residuos— el lema sigue siendo pertinente.
Estudio OCU sobre la Huella Ecológica: el 47% usa el coche a diario para ir a trabajar o a estudiar
Los hábitos individuales en los que peores resultados obtenemos a la hora de valorar nuestro impacto sobre el medio ambiente tienen que ver con la movilidad, según revela un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que recoge las respuestas de 723 consumidores a diferentes cuestiones que se plantean en la Calculadora de Huella Ecológica. Una calculadora que recoge y valora la sostenibilidad de los hábitos individuales en cinco grandes áreas, como son el agua, las compras, la energía, la movilidad y los residuos.
Así, en lo que se refiere a la movilidad, se observa un significativo margen de mejora, pues el 47% de los participantes confiesa utilizar el coche diariamente para acudir a sus centros de estudio o trabajo cuando se trata de trayectos de más de 3 kilómetros. El uso del transporte público solo supone un 21% de los desplazamientos, mientras que la bicicleta o el paseo a pie suman otro 23%. El resto, un 5%, se mueve con un vehículo eléctrico (coche, moto, patinete o bici).
En viajes de largo recorrido, el coche es también el medio más habitual: un 58%. Aunque otro 9% utilizan ya el coche compartido con otros particulares. El tren o el autobús solo lo emplean el 20%. Y el avión, un 13%. En este sentido conviene recordar que, el uso del avión debería evitarse siempre en la medida de lo posible, ya que el pasajero de un vuelo es responsable del triple de emisiones contaminantes que produciría recorriendo en coche la misma distancia, o veinte veces más que si fuera en tren.
En el área de residuos, por el contrario, es donde se observa una mayor sensibilización. Así, por ejemplo, el 56% de los participantes en el estudio compra, siempre que puede, productos reutilizables, recargables o rellenables. Y el 54% evita comprar productos envasados en la medida de lo posible.
En cuanto a la alimentación, responsable de más de la mitad del impacto ambiental en nuestro país según el reciente Informe de sostenibilidad del consumo en España elaborado por el Ministerio de Consumo, el estudio de OCU apunta que aún es posible reducir significativamente el consumo de carne. En este sentido, el 93% de los participantes declara consumir este alimento, aunque más de la mitad (54%) lo hace ocasionalmente. De hecho, lo aconsejable es disminuir la carne a unas 3 a 5 raciones semanales, diversificar su origen (ave, cerdo, conejo, bovino…) y sustituirla en parte por proteínas de otras fuentes de alimentación como los lácteos, el huevo y las legumbres.
En cualquier caso, todo lo que hacemos tiene un impacto: qué compramos, cómo usamos el agua, la luz, los productos, cómo cuidamos la ropa, cómo y a dónde vamos… Es importante medirnos para mejorar. Por eso OCU invita a los consumidores a usar su calculadora de Huella Ecológica, una iniciativa más de la campaña Cámbiate al Verde. A través de un breve cuestionario muy sencillo, se podrá obtener tanto el porcentaje de impacto alcanzado en cada área individual, como el impacto medido de manera general, además de una serie de consejos personalizados para ser más sostenibles.