Un año más, me encuentro aquí sentada en mi escritorio delante de este teclado para dedicaros mis últimas palabras de este año.
La verdad es que este año ha sido tan diferente…Sin ningún tipo de duda ha marcado un antes y un después en mi como persona.
A principio de año piensas acerca de todos los propósitos que quieres acabar cumpliendo, porque realmente piensas que eres feliz.
Sin embargo, luego te das cuenta que van pasando las semanas, los meses, medio año… Hasta que llega el 31 de diciembre de nuevo y te das cuenta de que no has cumplido nada de lo que te has propuesto. En ese momento, solo piensas en pisar los diez minutos siguientes del próximo año que se avecina para ver de una vez si realmente lo cumples. Pero… ¿No os dais cuenta que cada año tiene algo único y especial que lo hace diferente?
Estoy seguro de que cada año que habéis vivido lo recordáis por algo, ya sea por una persona, un lugar o sobre todo: los momentos.
Es el momento de pararnos a pensar en todos los momentos que hemos vivido este año, que seguro que no son pocos, además de las personas que los han compuesto. Pensad en esos antes y después que han habido y que han hecho que seáis la persona de hoy. Siempre me gusta hacer un breve homenaje a todas aquellas con las que no finalizamos el año. Estamos muy acostumbrados a que todos los años nos emitan los reencuentro de familias en los aeropuertos, o en paradas de tren, pero… ¿Qué pasa con todas aquellas personas que en su día se fueron y ya no están? Esas personas que marcaron nuestras vidas y que comenzamos el año con ellos, brindando por un próximo año lleno de ilusión y magia. Al siguiente 31 por la noche ves una copa menos en la mesa y un plato de uvas lleno, pero sin comer.
Queridas personas: sed conscientes de que nosotros os seguimos teniendo presentes no solo en esta época; sino todos los días de nuestra vida y que estas navidades sin vosotros no van a ser lo mismo. Os queremos.
Pero, además de lo malo, también nos quedamos con lo bueno. Esos momentos compartidos con personas increíbles han hecho que la magia resurja dentro de nosotros. Personas que de repente han aparecido en nuestras vidas, que no teníamos ni idea de su existencia y que ahora sabemos con certeza que se han quedado para ya no moverse más. Personas que han decidido irse porque a lo mejor no ocupaban el espacio adecuado u ocupaba el espacio que le pertenecía a otra…
Momentos: momentos de lloros, risas, nervios, incertidumbre, alegría… Todas aquellas sensaciones a las que estamos acostumbrados, aunque algunas mucho más que otras, y que no nos damos cuenta de lo que supone para nosotros como personas.
La verdad es que mi año se podría definir como: increíble. He conocido gente maravillosa, he cumplido muchos sueños, he crecido y madurado como persona. He vivido experiencias únicas, pero lo más importante: ellos no se han ido. En efecto, familia, amigos que siempre han estado al pie del cañón para ayudarme cuando más lo necesitaba y para recogerme de mis peores caídas. Sin ninguna duda, ellos han sido mi mejor regalo de navidad y sobre todo mi gran propósito de año nuevo, mantenerlos a mi lado.
Queridos reyes magos, estas navidades quiero… Quiero seguir comiendo mil veces más las uvas y brindando por momentos irrepetibles junto a ellos.
Felices fiestas y próspero año nuevo 2023.