(EFE).- Los primeros robos de algarrobas cometidos este año se producen a plena luz del día, cada vez en unas fechas más tempranas y por parte de bandas que actúan con una mayor organización, según denuncia la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja).
Agricultores de Valencia han detectado desde hace quince días robos continuados en diversos términos del Camp de Túria (Olocau, Marines y Llíria), y al mismo tiempo las fuerzas de seguridad han constatado un incremento de sustracciones en la comarca alicantina de la Vega Baja (en fincas de Albatera, Almoradí y Rojales) y han abierto una investigación a una banda de cinco personas que se coordinaban para estudiar el terreno, robar y vender la mercancía.
AVA-Asaja ha exigido a la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, la máxima intensificación del plan especial de vigilancia de los equipos ROCA de la Guardia Civil junto a la Policía de la Generalitat.
Además de los campos, insta a centrar los controles a las puertas de los almacenes que son susceptibles de recibir los productos sustraídos, donde considera que se debe efectuar una comprobación rigurosa de la trazabilidad de cada lote, cuya cantidad debe coincidir con el potencial productivo de las parcelas indicadas en el registro.
El responsable de la sectorial de frutos secos de AVA-Asaja, Armando Boullosa, afirma que es evidente que hay ladrones que quieren hacer del robo de algarrobas su modo de vida y para ello han aprendido a crear grupos criminales perfectamente estructurados.
Boullosa ha valorado la iniciativa que han emprendido ayuntamientos como el de Chiva para contratar guarderías rurales que conocen el término y pueden ayudar a prevenir delitos. “Toda colaboración es necesaria frente a un problema que amenaza la supervivencia misma del cultivo”, ha afirmado en un comunicado.
AVA-Asaja solicita asimismo ampliar la vigilancia a otros cultivos e infraestructuras agrarias que están sufriendo robos sistemáticamente. Según sus estimaciones, los robos provocaron en el último año 25 millones de pérdidas a los agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana.