(EFE).- La residencia universitaria Resa Damià Bonet de València, ubicada en las inmediaciones del campus de Tarongers, ha denunciado un ataque vandálico contra sus instalaciones protagonizado por un centenar de jóvenes durante la noche del pasado miércoles.

Las imágenes de este suceso -grabadas desde dentro del edificio atacado- se han hecho públicas en las redes sociales y en las mismas se puede observar cómo los atacantes lanzan botellas, huevos e incluso vallas metálicas contra la fachada de la residencia, y se ve también el estado de la vía pública tras este episodio.

Fuentes de la residencia han informado este viernes: “Más de 100 jóvenes acudieron a las puertas del edificio a increpar a nuestros residentes y ensuciar la fachada con el lanzamiento de huevos y basura”.

“Nuestros residentes -han añadido- se encontraban en todo momento dentro de las instalaciones y ante el temor de que la situación se complicara aún más, se decidió llamar a las autoridades”.

La Policía Nacional ha informado de que durante la noche del miércoles varias patrullas se desplazaron a la zona, alertadas por llamadas vecinales, si bien no se ha producido ninguna detención ni se ha concretado si se ha logrado identificar a alguno de los vándalos.

Este viernes, en su perfil de la red social X (antes Twitter), la alcaldesa de València, María José Catalá, ha condenado “rotundamente” estos actos vandálicos y ha advertido: “No son novatadas, es violencia e incivismo y no vamos a tolerarlo”.

La Universitat Politècnica de València (UPV) ha contactado con las residencias universitarias de sus alrededores para “obtener toda la información posible y explorar también vías de acción conjuntas” tras el ataque vandálico contra las instalaciones de la residencia Resa Damià Bonet.

Así lo ha señalado el vicerrector de Internacionalización y Comunicación de la UPV, Jose Francisco Montserrat del Río.

El vicerrector ha mostrado su preocupación por esos incidentes, ocurridos en las inmediaciones del campus de Tarongers, y ha asegurado que “la seguridad y el bienestar” de sus estudiantes son prioritarios, por lo que quiere “esclarecer lo que pasó y actuar en consonancia”.

Ha destacado que esos hechos ocurrieron fuera de las instalaciones de la UPV, por lo que no son estrictamente responsabilidad de la universidad, si bien están dispuestos a ayudar a las autoridades en lo que sea necesario.

“Estos incidentes no reflejan para nada el comportamiento ni los valores de la mayoría de nuestros estudiantes, ni del espíritu universitario que nos acompaña”, ha afirmado Montserrat, quien ha reivindicado que la UPV, como todas las instituciones académicas, es “una comunidad de aprendizaje respetuosa y enriquecedora”.

El vicerrector ha manifestado finalmente que están trabajando para “asegurar que continúe siéndolo y que este tipo de acontecimientos no tengan cabida” en la UPV.

Por otra parte, una estudiante de la residencia afectada ha explicado que su compañera de habitación y ella estaban intentando dormir cuando oyeron unos gritos y se asomaron, aunque no vieron nada porque están alojadas justo a la otra parte, pero cuando bajó al día siguiente “olía fatal a huevo, horrible”.

Había cáscaras de huevo y vallas caídas, ha señalado la estudiante, que ha indicado que al parecer quienes protagonizaron estos hechos eran “un montón de gente” que venían de otra residencia con la que “siempre ha habido rivalidad”, y ha admitido que no les hace “mucha gracia” si este tipo de actos “va a más”.

Otra estudiante ha considerado que a los protagonistas del incidente se les fue “un poco de la manos” y que lo que ocurrió “igual fue excesivo” respecto a “lo típico” de otros años, pero ha considerado que “ya está solucionado” y ha opinado que se le está “dando mucho alboroto”.